EL REALISMO
EL REALISMO MEXICANO.
La novela realista llegó a la literatura mexicana cuando ya era
común en las literaturas de los países europeos. Cercano al modernismo, el
realismo tuvo críticas y detractores entre los poetas modernistas.
CONTEXTO HISTÓRICO
El realismo en México se
desarrolló durante el porfiriato, con grandes novelistas como Emilio Rabasa,
José López Portillo y Rojas, Rafael Delgado, Ángel de Campo, Heriberto Frías,
Federico Gamboa y Carlos González Peña, entre otros.
Abarcó los años de 1877
a 1910 y en él la figura política principal fue Porfirio Díaz, quien gobernó
México por más de 30 años. A este periodo se le conoce con el nombre de
"la paz porfiriana", que se caracterizó por el impulso de la
economía, pero también por las brutales represiones contra los inconformes y
disidentes políticos. También durante este periodo, se crearon los primeros
bancos y se construyeron 24 000 kilómetros de vías férreas, que activaron el
comercio, la minería, la industria cervecera, tabacalera y textil. La
agricultura alcanzó un alto desarrollo, principalmente en el sureste del país,
pero siempre a costa del trabajo de los campesinos que eran tratados como
esclavos, atados con las cadenas de la deuda a las tiendas de raya.
En la vida cultural se
extendió la educación y las escuelas públicas para la clase media. Se creó el
Consejo Superior de Instrucción Pública que fue elevado a Secretaría en 1905.
Justo Sierra restauró en 1910 la Universidad Nacional, que había sido suprimida
por Valentín Gómez Farías en 1833. Se desarrolló activamente el periodismo,
sobre todo contra el gobierno, y fueron perseguidos periodistas como los
hermanos Flores Magón, Filomeno Mata y Daniel Cabrera, fundador del periódico
El hijo del Ahuizote.
El positivismo, doctrina
filosófica francesa que promovió Gabino Barreda en nuestro país, fue el
pensamiento que adoptó el Porfiriato. Si bien Barreda proponía libertad, orden
y progreso, es decir, la libertad como medio, el orden como base y el progreso
como fin, el Porfiriato lo redujo a orden y progreso.
El realismo mexicano
rechazó el positivismo porfiriano y propuso el nacionalismo, la mexicanidad y
la búsqueda de la justicia social. De ahí surgió una literatura pujante, cruel
y vigorosa, llena de color y de vida, que narraba episodios de la Revolución,
dramas y escenas campesinas, pero con un hondo contenido social.
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