1.- El problema es con su pareja,
nunca con sus hijos.
2.- La única forma en que sus
hijos no sufran durante la separación o divorcio, es que los padres estén
plenamente conscientes de que deben explicarles claramente la situación a ellos
y decirles que, independientemente de la decisión que tomen, ambos cónyuges
seguirán queriéndolos y ayudándolos.
3.- El divorcio preferiblemente
debe ser una separación amistosa que una conflictiva, por el bienestar y
seguridad de los hijos y de la propia pareja.
4.- Hay que hacer un gran
esfuerzo para superar el rencor y la rabia, pero es indispensable por el bien
de todos.
Oscar Wilde
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