MANUEL
GUTIÉRREZ NÁJERA
"EL
DUQUE JOB" (1859 - 1895)
Manuel Gutiérrez Nájera (22 de
diciembre de 1859- 3 de febrero de 1895), nació y vivió en la Ciudad de México,
de la cual fue vivo y observador cronista. También es conocido por uno de sus
seudónimos: duque Job.
Era un hombre apocado y contrahecho,
medio escéptico, pero un espíritu de selección, bondoso y amable. Cultivó la
música y las letras y vivió alejado de la política. Perteneció a una familia de
clase media. Escritor y periodista toda su vida.
Su madre, ferviente católica empeñada en que
su hijo fuera sacerdote, le impuso la lectura de los místicos españoles del
Siglo de Oro y la formación en el seminario, influencia que se vió compensada
por la fuerte corriente positivista de la sociedad de la época, que pugnaba en
sentido contrario. Gutierrez Nájera abandonó el seminario a los pocos años, y
cambió a San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Fray Luis de León, que no obstante
siempre influirían en su obra, por los autores franceses del siglo y por la práctica
cotidiana de la literatura en periódicos locales, como El Federalista, La
Libertad, El Cronista Mexicano o El Universal. Comenzó a escribir para el
público a los trece años de edad, y al morir a los treinta y seis había
inundado los periódicos de la capital con crónicas, cuentos, ensayos y poesías.
En 1894 fundó, con Carlos Díaz Dufoo, La Revista Azul, publicación que lideró
el modernismo mexicano durante dos años.
Escribió poesía, impresiones de teatro,
crítica literaria y social, notas de viajes y relatos breves para niños que
después se compilaron en dos libros: uno Cuentos Frágiles y otro Cuentos Color
de Humo. En 1894 fue uno de los fundadores de la Revista Azul, órgano de
difusión del modernismo en México. Gran parte de su obra apareció en diversos
periódicos mexicanos bajo multitud de seudónimos: El cura de Jalatlaco, El
duque Job, Puck, Junius, Recamier, Mr. Can-Can, Nemo, Omega... Se escudaba en
esa diversidad para publicar distintas versiones de un mismo trabajo, cambiando
la firma y jugando a adaptar el estilo del texto a cada seudónimo.
Como Silva y Casal, Gutiérrez Nájera trajo a
las letras hispanas una nueva sensibilidad, fue el creador de la crónica
modernista o juguete lírico que más tarde habría de adquirir tan extraordinario
desarrollo con Darío y muy especialmente con el guatemalteco Enrique Gómez
Carrillo.
Escribió poesía romántica y amorosa.
Gustó de lo afrancesado y de lo clásico, como era habitual en los intelectuales
mexicanos y la alta sociedad de su tiempo. Nunca salió de México, y en pocas
ocasiones de su ciudad natal, pero sus influencias son europeas: Musset,
Gautier, Baudelaire, Flaubert, Leopardi. Siempre anheló unir el espíritu
francés y las formas españolas.
A Manuel Gutiérrez Nájera se le define
como "especie de sonrisa del alma" por la gracia sutil de su estilo,
elegante, delicado y con ternura de sentimientos. En el fondo fue siempre poeta
romántico.
Entre sus obras poéticas más
importantes se encuentran: La Duquesa Job, Hamlet a Ofelia, Odas Breves, La
Serenata De Schubert y el afamado poema "Non omnis moriar" (No moriré
del todo).
Cultivó la prosa en cuentos, a los que aportó
una nueva forma, y en crónicas: el libro de relatos Cuentos frágiles fue el
único que publicó en vida como tal libro, pero ordenó con distintos criterios
sus entregas a periódicos y revistas: Cuentos del domingo, Cuentos vistos,
Cuentos color de humo, Crónicas color de oro,Crónicas color de lluvia... lo que
ha orientado los criterios de sus editores
Sus obras:
Cuentos Color De Humo, Despues De Las
Carreras, El Alquiler De Una Casa, El Amor De La Lumbre, En El Hipodromo, En La
Calle, Historia De Un Peso Falso, Historia De Una Corista Carta Atrasada, La
Balada De Año Nuevo, La Hija Del Aire, La Mañana De San Juan, La música y el
instante, La Novela Del Tranvia, La Pasion De Pasionaria, La Venganza De
Mylord, Las Misas De Navidad, Los Amores Del Cometa, Rip Rip
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