lunes, 11 de enero de 2016

¡ PELIGRO...! VIOLENCIA FAMILIAR




¿Campo minado?

El problema de la violencia está tomando dimensiones inmanejables para la sociedad. Debemos detener la violencia familiar.

¡Trabajemos juntos! Desde el núcleo de nuestras propias familias.

Esperar a que se resuelva milagrosamente es un acto inútil y egoísta.

 La única manera de contribuir a detenerla es tomando conciencia de la que cada uno genera en el hogar, en el trabajo, en la calle y en la sociedad en general.  Todos merecemos ser respetados y respetar a los demás también.

Nuestra sociedad no puede ser saludable en tanto haya padres y familias que niegan las crueldades aplicadas a niños indefensos, abusos y humillaciones  a los adolescentes, amenazas e insultos a las mujeres y tratos  despiadados a los ancianos.

Es inevitable que quienes reciben maltrato, poco a poco se les vaya mutilando el espíritu. Por otro lado, señalar el problema no nos excluye de la responsabilidad de poner en práctica auténticas soluciones.

¡Empecemos ahora!

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