martes, 26 de enero de 2016

Introducción a una historia de las prácticas de la lectura en la era moderna

La lectura, un placer para unos, un martirio para otros.

La lectura tiene su historia y esta se divide en tres aspectos: el análisis de textos, sus estructura, motivos y objetivos; la historia de los libros, como es que evolucionan junto con las editoriales; el estudio de prácticas que se apoderan de objetos y formas que producen usos y significaciones para el lector.

Cuando se indaga acerca del hábito de la lectura surgen varios contrastes
  •              Entre los que leen con virtud y facilidad y aquellos que son menos hábiles y no      comprenden tan sencillamente
  •                    Entre los usos del libro, las formas de leer y los procedimientos de interpretación.
  •                    Entre expectativas e intereses.



Por todas estos contrastes, los textos pueden ser leídos de diferentes maneras, dependiendo de cada lector, con que habilidades cuente, dependiendo también de la época, del episteme, de la región, del idioma en el que se encuentre el texto -ya que si es traducido cambia totalmente la interpretación, porque se convierte en la interpretación del traductor, más las palabras que no sean traducidas con el concepto que el autor deseaba y aparte con la interpretación nuestra, entonces caemos a que aquel texto original es la interpretación de la interpretación de la interpretación- y del interés con que lo tome será la interpretación e importancia que éste le dé, como lo menciona Chartier “lo esencial es comprender como los mismos textos pueden ser aprehendidos de diferentes formas diversas” (Chartier, El mundo como representacíon, 2005).


“El libro no lo hace el autor” (Chartier, El mundo como representacíon, 2005) ya que el autor solo plasma las ideas, así pues, el libro lo hacen las editoriales, ya que estas editan e imprimen los libros. Al igual que todo la lectura va cambiando y evolucionando junto con los textos, y los editoriales tienen que modificar el contenido dándole nuevas articulaciones al texto para ir abriendo nuevos públicos y para que al lector se le haga más fácil comprender lo que el autor quiere decir, otra causa puede ser que el vocabulario va cambiando así que las palabras también se transforman. Todos los que somos alfabetizados podemos leer, pero no todos tenemos ese mismo gusto por leer y convertirlo en un hábito, aparte de que ya cuando se convierte en habito la lectura no todos tenemos los mismos gustos, y vamos buscando cuales son los autores y los géneros que más nos agradan.

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