«Educar es lo mismo que poner un motor a una barca... hay que medir, pensar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino... un poco de pirata... un poco de poeta... y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar mientras uno trabaja, que ese barco, ese niño irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.» Gabriel Celaya (1996, p. 89)
Educar hoy en día va más allá de solo entrenar en conocimientos, debemos capacitar a los alumnos a mejorar su calidad de vida y tratar que sean ellos quienes transformen al mundo, algo que me gusta bastante es enseñar aunque estas semanas fueron un poco “cansaditas” el hecho de tener clases por la mañana y después regresar a la normal no era fácil, los desvelos por las tareas, el revisar 20 trabajos o a veces lo doble por lo mismo que se dejaban tareas o ejercicios para resolver y que los alumnos deberían entregarme, el tiempo que pasaba en la primaria corría muy rápido, ya que me gusta mucho mi trabajo, lo que hago, ver a los alumnos cómo van adquiriendo conocimientos nuevos y que sobre todo le entiendan a mis explicaciones.
En la vida muy pocas veces es comprendida la manera en que actuamos, pensamos, reflexionamos, interactuamos, etc. el hecho es que son muchos e innumerables los hechos que el ser humano por sí mismo no comprende y una forma muy claro es el “aprendizaje” dentro y fuera del contexto escolar. Pero a veces este aprendizaje no llega a ser totalmente significativo, y la cuestión sería ¿de dónde proviene la manera de aprender del ser humano?, la respuesta a este planteamiento la tenemos si pensamos en los hechos pasados, si, en esos hechos que ocurrieron en la educación prescolar y en la primaria ya que es donde se desarrollan la mayor parte de habilidades, conocimientos, valores, destrezas, entre otras tantas cosas la escuela nos brinda, pero, todo depende del docente que tenemos dentro de las instituciones.
El docente debe de acercarse de manera simple y más que como un maestro, los niños lo traten como un amigo, que se sientan en confianza para poder expresarse. Los alumnos deben ponerse metas a seguir y que el profesor como guía debe ser esa persona que esté al lado de los alumnos apoyándolos y sobre todo cuidando que vallan bien en el camino del saber, que aprendan de manera adecuada y que siempre perseveren en lo que quieren contando con el apoyo fiel de ese maestro bueno, lleno de conocimientos a proporcionarles a los alumnos pero que siempre reciba a ellos como se merecen con una sonrisa en los labios y dando a conocer la forma en que se desenvuelven con ellos haciéndose pasar por un amigo que se involucre con ellos que jueguen juntos y sobre todo que aprendan juntos.
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