El sobrepeso y la obesidad
son, en gran medida, consecuencia de las prácticas alimentarias cotidianas y de
una vida sedentaria (falta de actividad física). Por ello, debes reflexionar
con tu familia la importancia de:
*Conversar sobre la
convivencia de tener una alimentación correcta para estar sanos y prevenir
enfermedades.
*Mejorar los hábitos
alimentarios con el esfuerzo de todos los integrantes.
*Organizar la preparación de
comidas con alimentos y bebidas que favorezcan una alimentación correcta.
*Para preparar refrigerios
saludables para la familia.
*Desayunar antes de salir de
casa.
Algunas prácticas
alimentarias sugeridas para beneficiar la salud de tu familia son:
*Aumentar el consumo de
verduras y frutas.
*Consumir agua simple
potable como bebida principal.
*Organizar las comidas en
cinco tiempos: desayuno, refrigerio, comida, refrigerio y cena.
*Mantener los horarios de
los cinco tiempos de comida.
*Comer y masticar despacio.
*Disfrutar y moderar la
cantidad de alimentos que consumen.
*Aprovechar el tiempo de
comida como un espacio para la convivencia familiar.
*Ofrecer en las reuniones o
celebraciones familiares platillos como jícamas, zanahorias, pepinos, palomitas
hechas en casa, sin sal, o bien, cuidando que su uso sea limitado a una pizca.
*Escoger alimentos o bebidas
bajos en grasas, azucares y sal cuando los consuman fuera de casa.
Recuerda: No tener una
alimentación correcta conlleva al desarrollo de enfermedades como diabetes
mellitus, hipertensión, problemas del corazón, entre otras. Además, representa costos económicos elevados
para la familia y la sociedad.
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