Cuando la intención es convencer, se utilizan diversos recursos para lograrlo. Generalmente, se hace de manera explícita, mediante argumentos, como en los artículos de opinión, aunque los autores de éstos también pueden tratar de convencer de manera implícita con cierto grado de persuasión.
Si se quiere convencer de manera explícita, también se puede exponer una serie de motivos, como para conseguir una beca.
Esta intención corresponde a la función apelativa del lenguaje ya que se busca influir en la conducta del receptor para que dé una respuesta, cambie su forma de pensar, sus opiniones, actitudes o que asuma una postura.
Al observar un cartel con el mundo derritiéndose te has preguntado ¿Con qué intención fué hecho? , el cartel ¿te informa sobre un peligro? ¿te ordena o te pide algo?
Si el mensaje incluye imágenes de algo perjudicial que puede suceder, entonces la intención es advertirte. Se te advierte para que reflexiones sobre tus acciones y que realices las medidas preventivas para evitar un posible daño, riesgo o perjuicio.
La advertencia pretende concientizar a la población sobre cualquier tipo de problemas, como el calentamiento global o el tabaquismo.
Tiene una función apelativa ya que se llama la atención al receptor para que piense en los riesgos y realice alguna acción.
Observa la siguiente imagen ¿Que intención tiene?
La intención primordial de los anuncios publicitarios es inducirte a que compres un determinado producto, aunque algunos también te informan sobre las características del mismo.
La publicidad utiliza recursos persuasivos para impulsarte a que actúes en el sentido que sugiere el mensaje e incitarte a la compra. Estos recursos están basados en principios psicológicos.
La persuasión tiene una función apelativa ya que el emisor pretende influir sobre el comportamiento del receptor y causar una necesidad de compra.
La persuasión también se utiliza en la propaganda y en la religión.
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