El pensamiento pedagógico socialista
surge a partir de la búsqueda de una democratización de la educación, cuya
finalidad es que toda la sociedad, incluidos los burgueses y el proletariado
pudieran tener derecho y acceso a la educación.
Este
fenómeno social-pedagógico, surge aproximadamente en el siglo XIX, con grandes
pensadores como Marx y Engels, en Alemania, y a partir de ellos se toma más en
serio este ideal de transformación social a partir de la educación en toda
Europa, ya que esta inquietud no se dio sólo en Alemania sino también, muy
fuertemente en Italia y Rusia.
Y
tomando como referente a la Unión Soviética, me ha llamado de una manera
especial la atención la pedagogía, o más bien, el modelo pedagógico que propuso
Vladimir Ilich Lenin, un revolucionario ruso y fundador del comunismo
bolchevique. Lo que puedo destacar de este personaje es su principal objetivo,
que consistió en tomar como herramienta principal la educación para el proceso
de transformación social. Ponía la educación ante todo, reafirmando incluso que
la educación burguesa era mejor que la ignorancia. Esto lo decía porque buscaba
cambiar los patrones de la relación burguesía-proletariado, y no estaba a favor
de la formación burguesa.
Reafirmando
que lo que le interesa a Lenin es la educación para transformar la sociedad,
hace a un lado la vieja escuela, en la que se propone como método la memoria; y
busca que se desarrolle en el estudiante un perfeccionamiento de esa memoria
con el conocimiento de hechos fundamentales, que tenga las herramientas para
reflexionar a cerca de un tema y fundamente lo que está proponiendo o
enunciando. Considero que es sumamente importante ya que si un alumno está
formado sólo para estar “tragando” información, no tiene o no ejercita la
capacidad de resolver los problemas cotidianos que se van presentando; no
tendrá la facultad de proponer algo nuevo para contrarrestar aquello en lo que
no está de acuerdo ni será capaz de ser un elemento clave para la transformación
social.
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