El
pensamiento pedagógico crítico surge de la necesidad de una educación más
práctica para toda la sociedad. Hasta esos momentos aún las clases sociales
están muy marcadas y no todos los niños tienen la misma posibilidad de
estudiar. Así que la propuesta pedagógica viene siendo un tanto revolucionaria.
No se trata solamente de seguir y estudiar conceptos ya establecidos, sino ser
capaces de construir pensamientos críticos que den la pauta para una verdadera
transformación social.
Tal
vez el pensamiento de los autores de esta propuesta pedagógica no sea el más
atinado para la concepción de muchos, sin embargo, si en realidad se quieran
obtener resultado diferentes, obviamente se tienen que plantear y ejecutar
procedimientos diferentes.
Es
por eso que me ha llamado la atención el pensamiento de Henry Giroux, quien se
dedicó al estudio de la sociología de la educación, y propuso una visión
radical de la educación. La escuela es analizada como un local de dominación y
reproducción, pero que al mismo tiempo permite a las clases oprimidas un
espacio de resistencias.
La
figura del profesor tiene un papel fundamental en el pensamiento de Giroux. Los
profesores deben empezar a partir de sus propias perspectivas sociales y
teóricas, en relación con su visión de la sociedad, de la enseñanza y de la
emancipación. Los profesores deben luchar para hacer posible la democracia
escolar. Con esto, se pretende que el alumno, también adquiera una postura
radical de su educación dentro y fuera de la escuela, para que así, pueda
llevar su formación para una transformación social, aun cuando tenga como
consecuencia asumir riesgos.
Considero
que es una propuesta buena, ya que si en realidad se quiera dar un verdadero cambio,
se tiene que luchar con la espada en la mano, ya que la pedagogía radical tiene
que ser inspirada por una fe apasionada en la necesidad de luchar por una
sociedad más justa, por un mundo mejor.
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