La
teoría de la escuela nueva proponía que la educación fuera instigadora de los
cambios sociales y, al mismo tiempo, se transformara porque la sociedad estaba
cambiando. Se buscaba hacer a un lado los métodos de la escuela tradicional que
sólo consistían en memorizar obras y no motivaba a la reflexión ni incidía en
la resolución de problemas dentro de la vida cotidiana.
Analizaré
el método de María Montessori, que en síntesis “Proponía despertar la actividad
infantil a través del estímulo y promover la autoeducación del niño, colocando
medios adecuados de trabajo a su disposición. El educador, por lo tanto, no
actuaría directamente sobre el niño, pero ofrecería medios para su
autoformación. De esta manera sólo el niño es educador de su personalidad”.
María
Montessori nos dice que el niño no puede llevar una vida normal en el mundo de
los adultos, ya que el adulto perturba e impide el desarrollo del niño. Por
esta razón, para que el niño inicie su proceso de aprendizaje formal es
necesario que se sitúe en un espacio donde se sienta a gusto, donde haya un
clima que motive a aprender y a dejarse guiar. Y por esta razón, nuestra
pedagoga recomienda que el espacio físico sea un estímulo para el niño: debe
haber material didáctico que sea llamativo para ellos, que estimule, por medio
de los colores, su cerebro, y que el niño quiera utilizar los materiales para
aprender.
El
adulto, en este caso el docente, y específicamente, como ella le dice:
educadora (ya que se refiere a una mujer) debe alejarse un poco del proceso,
una distancia prudente que no llegue al descuido, sino que alcance a observar
el desarrollo con un cuidado lleno de afecto. Así que corresponde a la
educadora distinguir al niño que busca el camino correcto de aquel que se
equivocó de camino, siempre debe estar tranquila, siempre dispuesta a ayudar,
cuando es solicitada, a fin de demostrar su amor y su confianza.
Considero
como punto fundamental el implemento innovador del material didáctico y la
creación de espacios exclusivos para la educación de los niños. Se hace a un
lado la escuela tradicional y se buscan nuevas formas y métodos educativos que
ayuden e incluso haga más interesante el estudio en el niño. Ya que es de gran
importancia ir formando desde pequeño, y me refiero al sentido estricto de la
palabra formar. Que el pequeño sienta la necesidad del estudio, no lo vea como
un castigo o una tortura, sino una herramienta que le ayudará a ser una persona
educada, y tomando esto como principio, automáticamente se formará una mejor sociedad.
Porque como dice el dicho: “Lo que bien se aprende, nunca se olvida”. Y si el
niño aprende a disfrutar su estudio, eso lo hará una persona feliz que
contagiará a otros y la sociedad será totalmente diferente.
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