LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL

Para hablar de una educación intercultural es preciso partir del supuesto que nuestra sociedad es multicultural, en el sentido que en ella conviven personas con diversas culturas. Esta variedad de pensamientos, de acciones, de tradiciones, de economía, puede hacer que la convivencia entre grupos heterogéneos cause varios conflictos por no estar en la misma sintonía, es por eso que la UNESCO ha propuesto y presentado los cuatro pilares de la educación para el siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir junto y aprender a ser.

De estos cuatro pilares de la educación o competencias, desde nuestra perspectiva nos enfocaremos en el que concierne más al ámbito de la convivencia: aprender a vivir juntos; así que con base en este pilar se debe formar al individuo habilitándolo para vivir en contextos de diversidad e igualdad, tomando conciencias de las semejanzas y de la interdependencia entre los seres humanos; es decir se debe propiciar una educación intercultural.

CULTURA Y EDUCACIÓN

La educación intercultural no puede entenderse sin las siguientes áreas de conocimiento: educación, cultura y la reciprocidad de relaciones entre personas diversas. Etimológicamente cultura significa cultivar, algunos autores presentan un concepto formal de cultura como conjunto de significados que dan sentido o filtran la forma de entender la realidad física, social y espiritual en la que se inserta. Se entiende por cultura a aquello que los hombres han construido a lo largo de la historia como son costumbres, representaciones sociales, creencias, normas, mitos, valores rituales; es todo lo que se aprende y se transmite socialmente por y dentro del mismo grupo, por consiguiente la cultura se adquiere a través del proceso humano de socialización.

Con relación a lo mencionado sobre la cultura, en este sentido la educación tiene la misión de contribuir a que las personas desarrollen las capacidades necesarias para desenvolverse como ciudadanos que viven en una interacción de culturas y en las que son participantes y conscientes de su interdependencia. La educación tendrá como objetivo principal la afirmación de cada persona y su cultura, de su dignidad y de su valor, y favorecerá las recíprocas influencias que ejercen unas sobre las otras.

EDUCACIÓN INTERCULTURAL

Como es sabido, la migración es uno de los factores principales que da pie a la multiculturalidad e interculturalidad. Y es donde la educación debe servir para propiciar una buena convivencia, que es uno de los pilares educativos. En este sentido educar interculturalmente es desarrollar la construcción de una realidad común de convivencia, donde nadie se sienta en posesión de la verdad. La educación ha de servir para modificar actitudes con respecto a la diversidad cultural y para revisar y transformar nuestros componentes culturales.

La perspectiva de la educación intercultural implica el reconocimiento de los valores y de los estilos de vida de todas las personas, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de las mismas. Se trata de una educación centrada en la diferencia, diversidad y pluralidad culturales más que una educación para los que son culturalmente diferentes.

COMPETENCIAS INTERCULTURALES

La competencia intercultural se define como una combinación de capacidades específicas que ayudan a la formación de todo ciudadano y que se pueden concretar en las siguientes:

·         Adquirir actitudes positivas con respecto a la diversidad cultural y a la ampliación del conocimiento acerca de costumbres y creencias de los otros.

·         Potenciar habilidades comunicativas verbales y no verbales que permitan comunicaciones efectivas en contextos donde dos o más culturas están en contacto, aprendiendo a reconocer y manejar la tensión generada en situaciones interculturales ambiguas.

·         Desarrollar la capacidad de entender la propia cultura desde la acción y la reflexión reconociendo cómo aquélla influye determinadamente en la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás.

·         Desarrollar capacidades para enjuiciar y resolver conflictos étnicos en una sociedad cada vez más diversa, creando actitudes favorables a la diversidad de culturas.   

·         Aceptación de la posibilidad de diferentes perspectivas culturales.

·         Decidida resolución de vivir con quienes pertenecen a otras culturas aunque sean inmigrantes o minoritarias.

La educación intercultural debe ir más allá de los meros conceptos, de reconocer la cultura del otro; se trata de vivir interculturalmente, de reconocer al otro como un sujeto igual a mí, con defectos, con virtudes diferentes a los míos, se trata de reconocernos como hermanos y formar una sociedad donde podamos vivir juntos y sin prejuicios aun cuando mi vecino sea de un color diferente al mío, tenga otros gustos, hable otra lengua… porque el reconocimiento al otro es la clave de inicio y punto de llegada de la educación intercultural.