Uno de cada 3 niños está obeso y sus padres NO se dan
cuenta!!
Un nuevo estudio publicado en la revista “Pediatrics” descubrió que en lo que
respecta a la obesidad de los niños, los padres no suelen ser los mejores
jueces. De hecho, el estudio muestra que hoy en día los padres notan menos cuando sus hijos tienen
un problema de sobrepeso.
“Para que los padres se involucren en la reducción o mantenimiento del peso de
sus hijos, es crucial que reconozcan primero que tienen sobrepeso. Este
reconocimiento y los riesgos de salud son la motivación principal para que
los padres hagan algo al respecto” dijeron los investigadores y
conductores del estudio.
Para poder realizar el estudio, Zhang y sus colegas documentaron el peso y
altura de más de 2,500 niños desde 1988 hasta 1994 y de más de 3,000 niños
de 2005 a 2010,
usando información proveniente de la Encuesta de Salud Nacional y
Examinación Nutricional. Todos los padres debían contestar si su hijo
tenía sobrepeso, estaba normal, demasiado flaco o “no se”.
Los investigadores se percataron que los padres de los niños de los 80s y 90s
se equivocaron significativamente en relación a sus hijos – 78% de niños y
61% de niñas con sobrepeso fueron catalogados por sus padres como “en peso
normal”. Durante las encuestas más recientes, dichos porcentajes subieron
respectivamente a 83% y 78%.
La tendencia decadente entre los padres, de darse cuenta del sobrepeso de sus
hijos, nos indica un cambio generacional en relación con las normas
sociales de peso.
El problema con estos resultados es que sí los padres no se percatan del problema que
sus hijos enfrentan, no pueden darles tampoco una solución. Hoy en día,
al menos uno de cada 3 niños tiene sobrepeso o es obeso. Los niños corren un riesgo
que crece exponencialmente, de contraer enfermedades durante su crecimiento, como diabetes,
defectos cardiovasculares, osteoartritis y cáncer.
¿Qué hace que un niño sea calificado como “obeso”? De acuerdo con el Centro
de Control y Prevención de Enfermedades, la obesidad infantil no puede ser
determinada en base a un índice de masa corporal, como se hace con la
obesidad en adultos. En vez, la obesidad infantil se determina comparando
niños de la misma edad y género.
Sin embargo, dicha comparación funciona a grande escala para los pediatras,
pero cuando la hacen los padres, es cuando se generan ideas erróneas.
Hoy más que nunca debemos de aprovechar la información que tenemos al alcance
y los avances médicos y tecnológicos que nos permiten entender y obtener
respuestas sobre nuestro cuerpo.
Dejar a un niño comer comida chatarra, azúcar, refrescos, harinas procesadas,
etc. en altas cantidades es considerado también un abuso. ¿A caso
permitirían a sus hijos consumir drogas o fumar? Pregúntese entonces por
qué dejarlo comer todo lo que él quiera está bien....la comida puede
llegar a ser igual de dañina que algunos estupefacientes.
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