MITOS Y LEYENDAS DE MÉXICO
Gente de
todas las partes y de todos los tiempos han escuchado y seguirán escuchando con
una diáfana ingenuidad, los relatos, las tradiciones, las leyendas y las
antiguas crónicas; unas que apenas soslayaron ojos ávidos y torpes en antiguos
códices ideográficos, esotéricos y misteriosos, otras que aún yacen olvidados
en polvosos y húmedos archivos, entre pergaminos carcomidos, en escritura de
tinta desleída y caracteres dibujados por acuciosos monjes y “lenguas” que
llegaron al conocimiento de los dos idiomas que en su tiempo prevalecieron en
lo que hoy es América.
Y aún nos queda la herencia que hoy tratamos de registrar y
rescatar, que es el relato de los viejos, las tradiciones y mitos orales que se
han venido repitiendo de generación en generación en un legado cultural que de
ningún modo debemos esquivar y desaprovechar:
Y así, tradiciones, leyendas y mitos, una mitología asombrosa de
hechos increíbles en los que se mezclaban hombres y dioses, estrellas y
animales, elementos y movimientos telúricos, con el devenir de los antiguos
pobladores del Anáhuac, se han ido eslabonando estas hermosas cuentas de
abalorio, esta encajería de una urdimbre que aún nos deleita y nos asombra y
nos pone a pensar si en verdad han ocurrido tantos hechos, unos sombríos y sobrenaturales
otros, y el motivo por el cual ya no ocurren.
Leyenda de los Temblores
Por estas tierras se cuenta que, hace mucho tiempo, hubo una serpiente
de colores, brillante y larga.
Era de cascabel y para avanzar arrastraba su cuerpo como una víbora
cualquiera. Pero tenía algo que la hacía distinta a las demás: una cola de
manantial, una cola de agua transparente.
Sssh sssh… la serpiente avanzaba. Sssh sssh… la serpiente de colores
recorría la tierra. Sssh sssh… la serpiente parecía un arcoiris juguetón, cuando
sonaba su cola de maraca. Sssh sssh…
Dicen los abuelos que donde quiera que pasaba dejaba algún bien, alguna
alegría sobre la tierra.
Sssh sssh… ahí iba por montes y llanos, mojando todo lo que hallaba a su
paso. Sssh sssh… ahí iba por montes y llanos, dándoles de beber a los plantíos,
a los árboles y a las flores silvestres. Sssh sssh… ahí iba por el mundo,
mojando todo, regando todo, dándole de beber a todo lo que encontraba a su
paso.
Hubo un día en el que los hombres pelearon por primera vez. Y la
serpiente desapareció. Entonces hubo sequía en la tierra.
Hubo otro día en el que los hombres dejaron de pelear. Y la serpiente
volvió a aparecer. Se acabó la sequía, volvió a florecer todo. Del corazón de
la tierra salieron frutos y del corazón de los hombres brotaron cantos.
Pero todavía hubo otro día en el que los hombres armaron una discusión
grande, que terminó en pelea. Esa pelea duró años y años. Fue entonces cuando
la serpiente desapareció para siempre.
Cuenta la leyenda que no desapareció, sino que se fue a vivir al fondo
de la tierra y que ahí sigue. Pero, de vez en cuando, sale y se asoma. Al mover
su cuerpo sacude la tierra, abre grietas y asoma la cabeza. Como ve que los
hombres siguen en su pelea, sssh… ella se va. Sssh sssh… ella regresa al fondo
de la tierra. Sssh sssh… ella hace temblar… ella desaparece.
Versión de Antonio Ramírez Granados.
Mitos y
Leyendas tradicionales y coloniales
Muertos que regresan del más allá, fantasmas, apariciones
diabólicas, castigos inexplicables y hechos sobrenaturales, muertos que
resucitan, almas en pena y muchos hechos espantosos ocurrieron durante la época
de la Colonia.
Pasó el tiempo, y las gentes que por curiosidad leían o escuchaban
los relatos espantables de los días en que nuestra Capital era la Capital de la
Nueva España, dijeron que todo habían sido supercherias, invenciones de gentes
oficiosas, de mentes predispuestas y lo que fueron ocurrencias, sucesos
verdaderos avalados por las autoridades de su tiempo, se convirtieron en
sabrosos cuentos y leyendas.
Hoy, ante la ocurrencia de nuevos y portentosos hechos similares a
los ocurridos hace siglos, la ciencia moderna los ha aceptado y catalogado
dentro de algo que llaman parasicología, telequinesis, paranormal e
inexplicable, aceptando y ratificando estos sucesos que parecen no ser más que
la repetición de aquello que se negaron a aceptar hace algunos años.
Estos pues, son los relatos basados en investigaciones, en
consultas de antiguos y carcomidos documentos que duermen el sueño del olvido
en apolillados anaqueles de los archivos de Indias de Sevilla y en los archivos
oficiales del país. Quizás se les ha agregado un poco de fantasía, algo de
sabor para evitar lo frío, lo macabro y amargo de un relato, pero sin
desvirtuar ni menguar el meollo del asunto.
El Callejón del Beso
Se cuenta
que Doña Carmen era hija única de su padre intransigente y violento, pero como
suele suceder, siempre triunfa el amor por infortunado que este sea. Doña
Carmen era acortejada por su galán Don Luis, en un templo cercano al hogar de
la doncella, primero ofreciendo de su mano a la de ella el agua bendita. Al ser
descubierta sobrevivieron al encierro, la amenaza de enviarla a un convento, y
lo peor de todo, casarla en España con un viejo y rico noble, con el que,
además, acrecentaría el padre su mermada hacienda
La bella y sumisa criatura y su dama de compañía, Doña Brígida
lloraron e imploraron juntas. Así, antes de someterse al sacrificio,
resolvieron que Doña Brígida llevaría una carta a Don Luis con la nefasta
nueva.
Mil conjeturas se hizo el joven enamorado, pero de ellas hubo una
que le pareció la más acertada. Una ventana de la casa de Doña Carmen daba
hacia un angosto callejón, tan estrecho, que era posible, asomado a la ventana,
tocar con la mano la pared de enfrente.
Si lograra entrar a la casa frontera podría hablar con su amada, y
entre los dos, encontrar una solución a su problema. Preguntó quién era el
dueño de aquella casa y la adquirió a precio de oro.
Hay que imaginar cuál fue la sorpresa de Doña Carmen, cuando,
asomada a su balcón, se encontró a tan corta distancia con el hombre de sus
sueños. Unos cuantos instantes habían transcurrido de aquel inenarrable
coloquio amoroso, y cuando más abstraídos se encontraban los amantes, del fondo
de la pieza se escucharon frases violentas. Era el padre de Doña Carmen
increpando a Brígida, quien se jugaba la misma vida por impedir que su amo
entrara a la alcoba de su señora.
El padre arrojó a la protectora de Doña Carmen, como era natural,
y con una daga en la mano, de un solo golpe la clavó en el pecho de su hija.
Don Luis enmudeció de espanto…la mano de Doña Carmen seguía entre las suyas,
pero cada vez más fría. Ante lo inevitable, Don Luis dejó un tierno beso sobre
aquella mano tersa y pálida, ya sin vida.
El lugar existe y es sin duda uno de los más típicos de la ciudad
de Guanajuato, y precisamente se le llama El Callejón del Beso.
Es bueno
que al ver este tema con nuestros alumnos, dejemos que investiguen pregunten y deleiten contándonos algún o mito
o leyenda que se ha transmitido de generación en generación como originalmente
se hacía de manera oral, en todo lugar de México o en su mayoría tiene una leyenda que lo identifica como el ejemplo anterior y aunque nos resulte un poco absurdo creer o no en
cuentos de hadas como muchos dicen es bonito rescatar está manera de
comunicación y compartir tiempo no solo en el aula sino con la familia.
Los mitos y leyendas me parecen un género muy atractivo tanto para niños como para adolescentes y adultos, ya que fácilmente te pueden envolver e incitar a seguir leyendo parte de lo que forma la cultura de un pueblo, colonia o barrio, y que da significado al por que de cierto nombres, como es el caso del "callejón del beso" en Guanajuato y que su relato lejos de parecer algo romántico, resulta ser algo trágico.
ResponderEliminarEs un tema muy interesante que envuele a los alumnos a pensar y a motivarles el amor por la lectura; ya que através de las leyendas se puede conocer lo atractivo o quizá interesante de un pueblo.
ResponderEliminarAsí es, además de que es emocionante tanto para el docente como para el alumno contarlo como te lo hayan contado agregando tu toque personal.
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