viernes, 16 de octubre de 2015

RELACION DE MICHOACAN 3ª PARTE (I)

DE LA GOBERNACION QUE TENIA Y TIENE ESTA GENTE ENTRE SI

Dicho se ha en la primera parte, hablando de la historia del dios Curícaberi: cómo los dioses del cielo le dijeron cómo había de ser rey y que había de conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cúes, etcétera. Pues, decía esta gente, que el que era caçonçi estaba en lugar de Curícaveri. Después del agüelo del caçonçi llamado Zizíspandáquare, todo fué un señorío esta provincia de Mechuacan y ansí la mandó su padre y él mismo, hasta que vinieron los españoles, pues había un rey y tenía su gobernador y un capitán general en las guerras y componíase como el mismo caçonçi.

 
Tenía puestos cuatro señores muy principales en cuatro fronteras de la Provincia y estaba devidido su reino en cuatro partes. Tenía puestos por todos los pueblos caciques que ponía él de su mano y entendían en hacer traer leña para los qúes, con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con su gente de guerra a las conquistas. Había otros llamados acháecha, que eran principales que de contino acompañaban al caçonçi y le tenían palacio. Asimismo, lo más del tiempo, estaban los caciques de la Provincia con el caçonçi, a estos caciques llaman ellos caráchacapacha. Hay otros llamados ocánbecha que tienen encargo de contar la gente y de hacellos juntar para los obras públicas y de recoger los tributos; éstos tiene cada uno dellos un barrio encomendado. Y al principio de la gobernación de don Pedro, que es agora gobernador, repartió a cada principal déstos, veinte y cinco casas. Y estas casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino cuantos se llegan en una familia, que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta manera. A estos principales llamados ocánbecha, por este oficio no les solían dar más de leña y alguna sementerilla que le hacían y otros le hacían cotaras. Y agora, mucha veces, en achaque del tributo, piden demasiado a la gente que tienen en cargo y se lo llevan ellos, y éstos guardan muchas veces los tributos de la gente, especialmente oro y plata.

Había otro diputado sobre todos éstos, que era después del cazonçi, éste agora recoge los tributos de todos los principales llamados ocánbecha.

Hay otro llamado piróvaqua vandari, que tiene cargo de recoger todas las mantas que da la gente y algodón para los tributos, y éste todo lo tiene en su casa y tiene cargo de recoger los petates y esteras de los oficiales, para las necesidades de común.

Hay otro llamado tareta vaxátati, diputado sobre todos los que tienen cargo de las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras, que otro mayordomo había sobre cada sementera, el cual la hacía sembrar y desherbar y coger por todos los pueblos, para las guerras y ofrendas a sus dioses.

Había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían
en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.

Había otro llamado cacari, diputado sobre todos los canteros y pedreros, mayordomo mayor en este oficio, y ellos tenían otros mandoncillos entre sí. Déstos hay todavía muchos, con uno que los tiene en cargo.

Había otro llamado quanícoti, cazador mayor, diputado sobre todos los deste oficio. Estos traían venados y conejos al cazonçi. Y otros pajareros había, por sí, que le servían de caza.

Había otro diputado sobre toda la caza de patos y codornices llamado curú hapindi, éste recogía todas estas dichas aves para los sacrificios de la diosa Xarátanga, que se sacrificaban en sus fiestas, y después toda esta caza comía el cazonçi con los señores.

Había otro llamado varuri, diputado sobre todos los pescadores de red que tenían cargo de traer pescado al cazonçi y a todos los señores, que los que tomaban el pescado no gozaban dello, mas todo lo traían al cazonçi y a los señores, porque su comida desta gente, todo es de pescado, que las gallínas que tenían no las comían, mas teníanlas para la pluma de los atavíos de sus dioses. Este dicho varuri todavía tiene esta costumbres de recoger el pescado de los pescadores, aunque no en tanta cantidad como en su tiempo.
Había otro llamado tarama, diputado sobre todos los que pescaban de anzuelo.

Había otro mayordomo mayor llamado cavás pati, diputado sobre todo el ají que se cogía del caçonçi, y otros mayordomos sobre
todas las semillas, como bledos de muchas maneras y frísoles y lo demás.

Había otro mayordomo mayor para rescibir y guardar toda la miel que traían al cazonçi, de cañas de maíz y de abejas.

Había un tabernero mayor, diputado para rescibir todo el vino que hacían para sus fiestas, de maguey; éste se llamaba atari.

Había otro llamado cuçuri, pellejero mayor de baldres, que hacía cotaras de cuero para el cazonçi; éste todavía tiene su oficio.

Había otro llamado vsquarecuri, diputado sobre todos los plumajeros que labraban de pluma los atavíos de sus dioses y hacían los plumajes para bailar. Todavía hay estos plumajeros. Estos tienen por los pueblos muchos papagayos grandes colorados y de otros papagayos para la pluma, y otros les traían pluma de garzas, otros otras maneras de pluma de aves.

Había otro llamado pucúriquari, diputado sobre todos los que guardaban los montes, que tenían cargo de cortar vigas y hacer tablas y otra madera de los montes. Y éste tenía sus principales por sí y los otros señores. Todavía le hay aquí en Mechuacan este pucúriquari. Otro que hacía canoas con su gente.

Había otro llamado curíngúri, diputado para hacer atambores y atabales para sus bailes. Y otro sobre todos los carpinteros.
Había otro que era tesorero mayor, diputado para guardar toda la plata y oro con que hacían las fiestas a sus dioses, y éste tenía diputados otros prencipales, con gente, que tienen la cuenta de aquellas joyas, que eran rodelas de plata y mitras, brazaletes de plata, guirnaldas de oro y ansí otras joyas.

Había otro llamado cherénguequa vri, diputado para hacer jubones de algodón para las guerras, con gente que tenía consigo e prencipales.

Había otro llamado quanícoqua vri, diputado para hacer arcos y flechas para las guerras, y éste lo guardaba. Y las flechas como habían menester muchas, que son de caña, la gente de la cibdad las hacían cada día.

Había otro diputado sobre las rodelas, que las guardaba, y los plumajeros las labraban de pluma de aves ricas y de papagayos y de garzas blancas.

Había otro mayordomo mayor sobre todo el maíz que traían al caçonçi en mazorcas, y éste lo ponía en sus trojes muy grandes y se llamaba quengue.

Había otro llamado hicháruta vandari, diputado para hacer canoas. Y otro llamado parícuti, barquero mayor que tenía su gente diputada para remar y agora todavía le hay.

Había otro sobre todas las espías de la guerra.

Había otro llamado vaxánoti, deputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte. Y agora sirven éstos de llevar cartas.

Tenían su alférez mayor para la guerra, con otros que llevaban las banderas, que eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas.

Todos estos oficios tenían por subcesión y herencia los que los tenían, que muerto uno quedaba en su lugar algún hijo suyo o hermano
puestos por mano del caçonçi.

Había otro que era guarda de las águilas grandes y pequeñas y otros pájaros, que tenía más de ochenta águilas reales y otras pequeñas, en jaulas. Y les daban de comer del común, gallinas. Había otros que tenían cargo de dar de comer [a] sus leones y ádives y un tigre y un lobo que tenía. Y cuando eran estos animales grandes, los flechaban y traían otros pequeños.

Había otro diputado sobre todos los médicos del caçonçi.

Había otro diputado sobre todos los que pintaban jicales, llamado vrani atari, el cual hay todavía.

Otro sobre todos los pintores llamado chúnicha.

Otro diputado sobre todos los olleros.

Otro sobre los que hacen jarros y platos y escodillas, llamado hucáziqua vri.

Había otro diputado sobre todos los barrederos de su casa.

Otro diputado sobre todos los que le hacían flores y guirnaldas para la cabeza.

Había otro diputado sobre todos sus mercaderes que le buscaban oro y plumajes y piedras, con rescate.

Andaban con él los valientes hombres, que eran como sus caballeros, llamados quangáriecha, con unos bezotes de oro o turquesas y sus orejeras de oro.


Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.558



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