Teoría literaria
Aunado a los elementos formales que permiten que la literatura sea, a saber, la técnica literaria, los géneros y subgéneros, así como los recursos de los que se vale el autor para plantear su obra. Estamos pues ante el análisis del deber ser de la literatura. No podemos olvidar que esto fue planteado en su momento por Aristóteles en su obra La Poética, en la cual el filósofo estagirita hace un análisis de los géneros literarios de su tiempo. “La Poética es para Aristóteles una facultad complementaria del conocimiento filosófico.
La poesía supone la posibilidad que el hombre tiene de duplicar la realidad, creando a través de la imitación o mímesis un mundo ficcional que él mismo estructura y gobierna. El principio de verdad, que regula la experiencia de los acontecimientos históricos y reales, restringe enormemente las posibilidades humanas de previsión ética e imaginativa. Mediante la invención poética, regida por las convenciones de la verosimilitud, el hombre amplía y enriquece definitivamente su experiencia; sitúa los personajes y los acontecimientos en todos los supuestos posibles y extremos, a los que no se extiende la articulación delimitada de su desarrollo real”
Con lo anterior nos queda claro que la preocupación por el análisis de la literatura no es una cuestión moderna, sino que ha sido siempre una tarea que se ha entablado de manera interrelacionada. Sin dejar de precisar que hay una referencia directa a la poesía y al poeta, debemos afirmar que se habla pues de los primeros análisis sistemáticos en torno a un género, la poesía, pero que también analizará los otros géneros. Así, vemos como parece casi imposible hacer literatura sin que se deje de cuestionar el cómo se efectúa. De manera que ambas, la literatura y la teoría literaria sostienen una relación sostenida por un interés: la experiencia estética.
Hemos revisado que en la literatura hay una impresión emotiva, es decir, que un individuo que tiene un acercamiento con la una obra literaria, sea poema, novela, cuento o una obra teatral, logrará comprenderla pero al mismo tiempo vivirá una experiencia sublime. Lo anterior será a partir de la intencionalidad que posee la obra literaria, esto es, que el autor, a partir de un estilo, recursos y una técnica específica, creará una obra, de tal forma, que pueda expresar desde una entidad mágica o fantástica, una serie de sucesos o temas, un mensaje, usando la palabra y alcanzando uno de los más puros placeres, el estético.
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