miércoles, 14 de octubre de 2015

RELACION DE MICHOACAN

SEGUNDA PARTE

SIGUESE LA HISTORIA COMO FUERON SEÑORES EL CAÇONÇI Y SUS ANTEPASADOS EN ESTA PROVINCIA DE MECHUACAN. DE LA JUSTICIA GENERAL QUE SE HACIA.

 CAPITULO II 

DE COMO EMPEZARON A POBLAR LOS ANTECESORES DEL CAÇONÇI 

  Empenzaba ansí aquel Sacerdote mayor: "vosotros, los del linaje de nuestro dios Curícaueri, que habéis venido, los que os llamáis Enéami y Çacápuhireti, y los rey[e]s llamados Vanácaze, todos los que tenéis este apellido, ya nos habemos juntado aquí en uno, donde nuestro dios Tirépenie Curícaueri se quiere quejar de vosotros y ha lástima de sí. El empenzó su señorío donde llegó al monte llamado Virúguarapexo, monte cerca del pueblo de Çacapo tacánendan. Pues pasándose algunos días, como llegó aquel monte, supiéronlo los señores llamados Zizánvanachan. Estos que aquí nombro eran señores en un pueblo llamado Naranjan cerca desta cibdad. También es de [borrado] saber que los que van aquí contando en todo su razonamiento este papa, todas las guerras y hechos, atribuía a su dios Curícaueri que lo hacía y no va contando mas de los señores, y casi las más veces
nombra los señores qué decían o hacían, y no nombra la gente ni los lugares dónde hacían su asiento y vivienda; y lo que se colige desta historia es que los antecesores del caçonçi vinieron a la postre a conquistar esta tierra y fueron señores della. Extendieron su señorío y conquistaron esta Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí. Y como la conquistaron hicieron un reino de todo, desde el bisagüelo del caçonzi pasado que fué señor en Michuacan, como se dirá en otra parte. 

 
Dice pues la historia: sabiendo pues el señor de aquel pueblo de Naranjan, llamado Ziránziráncamaro, que era venido [de] aquel monte susodicho Hiré Ticátamen y que había
traído allí a Curícaueri, su dios, en Virínguaran pexo, dijeron a este señor de Naranjan: "Hiré Ticátame trae leña para los fogones de Curícauery, todo el día e la noche ponen encienso en los braseros o pilas los sacerdotes, y hacen la cirimonia de la guerra y van a los dioses de los montes".
Dijo a los suyos: "mirad que muy altamente ha sido engendrado Curícaueri y con gran poder ha de conquistar la tierra. Aquí tenemos una hermana; llevádsela y ésta no la damos a Hireti Ticátame, mas a Curícaueri, y a él le decimos lo que dijéremos a Hireti Ticátame. Y hará mantas para Curícaueri, y mantas para abrigalle y mazamorras y comida para que ofrezcan a Curícaueri, y a Hireti Ticátame, que trairá leña del monte para los fogones; tomarále el cincho y el petate que se pone a las espaldas y la hacha con que corta la leña, porque de contino anda con los dioses de los montes llamados Angámucurachan, para hacer
flechas, para andar a caza. Y tomarále el arco cuando venga de caza, y después que hobiere hecho mantas y ofrenda a Curícaueri, hará mantas y de comer para su marido Ticátanme para que se ponga a dormir al lado de Curícaueri y le aparte el frío; y le haga de comer después de hechas las ofrendas porque tenga fuerza para llegarse a los dioses de
los montes llamados Angámucuracha. Esto diréis al señor Hireti Ticátame porque ha de conquistar la tierra Curícaueri".


Y como fueron los mensajeros llevaron aquella señora a Ticátame, y díjoles: "¿a qué venís, hermanos?". Dijéronle ellos: "tus hermanos llamados Zizánbanecha nos envían a ti y te traemos esta señora que es su hermana". Y contáronle todo lo que decíen. Y respondió él: "esto que dicen mis hermanos todo es muy bien; seáis bien venidos". Y pusieron allí la señora y díjoles "Muy liberalmente lo dicen mis hermanos: he aquí esta señora que habéis traído y esto que me habéis venido a decir, no lo decís a mí mas a Curícaueri que está aquí, al cual habéis dicho todo esto, que a él ha de hacer mantas y ofrendas y después me las hará a mí, para que le ataje el frío puesto a su lado, y de comer para que tenga fuerza para ir a los dioses de los montes llamados Angámucurachan, como decís. Asentáos y daros han de comer".


Y como les diesen de comer, metieron la señora, y después de
haber comido pidieron licencia los mensajeros y dijeron: "señor, ya habemos comido; dános licencia que nos queremos tornar". Respondió Ticátame: "esperáos, sacarános algunas mantas".
 

Y despidiólos y díjoles a la partida: "una cosa os quiero decir que digáis a vuestros señores, y es que ya saben cómo yo con mi gente ando en los montes trayendo leña para los cúes, y hago flechas y ando al campo por dar de comer al sol y a los dioses celestes y de las cuatro
partes del mundo y a la madre Cueráuaperi, con los venados que flechamos, y yo hago la salva a los dioses con vino y después bebemos nosotros en su nombre; y acontece algunas veces, que flechamos algunos venados sobre tarde y seguímoslos y así los dejamos, y por ser de noche ponemos alguna señal por no perder el rastro y atamos algunas matas. Mirá que no me toméis aquellos venados que yo he flechado, porque yo no los tomo para mí, mas para dar de comer a los dioses. Juntáos todos y avisáos unos a otros desto que os digo y mirad que no me los toméis ni llevéis, porque sobre esto ternemos rencillas y reñiremos. No lleguéis a ellos, mas en topando algunos destos venados herildos, cobrildos con algunas ramas y bien que comeréis la carne y haréis la salva a los dioses, mas no llevéis los pellejos. Y íos en buen hora". Pasados algunos días que moraba en aquel monte Hireti Ticátame, tuvo un hijo en aquella señora llamado Sicairancha. Y yendo un día a caza Ticátame, flechó un venado en aquel dicho monte de Vrínguarapexo y, no le acertando bien, fuése herido y siguióle, y como fuese de
noche, ató unas matas por señal y ctornóse a su casa y fuésa a las casas de los papas a velar aquella noche; y a la mañana, andaba aparejando para tornarse a buscar su venado herido, y como le anduviese buscando por el rastro, no le hallaba porque se fué a una sementera de Quiérequaro a morir, lugar cerca de Çacapo. Y era por la fiesta de Vapánsquaro, a veinte e cinco de otubre, y salieron a coger mazorcas de maíz las mujeres, para la fiesta, y dieron sobre él y viéronle que estaba muercto en aquella sementera y entrando en su casa las que lo vieron, dijeron: "andad acá; vamos, que está un venado muerto en la sementera". Y hiciéronlo saber a su cacique llamado Zizanban, y fué ctoda su casa y asieron el venado y metiéronle en su casa. Y como anduviese en el rastro del venado Hireti Ticátame, por el rastro, y viese unas aves como
milanos que andaban en torno de donde había estado el venado que iba buscando por rastro; y así de improviso llegó a donde había estado el venado, que estaba todo aquel lu-
gar ensangriento, y dijo: "ay, que me han tomado el venado. Aquí cayó, ¿donde le llevaron?". Y iba mirando por donde llevaron el venado y llegó de improviso donde le estaban desollando, y no le sabían desollar que hacían pedazos el pellejo. Y llegando a ellos, díjoles: "¿qué habéis hecho, cuñados? ¿por qué habéis llegado a mi venado?, que ya os avisé dello, que no me tocásedes a los venados que yo flechase con mi gencte. Y no se me diera nada, que os comiérades la carne, que no era mucho; empero más lo he por el pellejo porque le habéis rompido todo, que no es pellejo ni sirve de pellejo sino de mantas, porque los cortimos y ablandamos y envolvemos en ellos
a nuestro dios Curícaueri". Y respondieron los otros señores: "¿qué decís, señor?, ¿cómo, no tenemos nosotros arcos y flechas y las traemos con nosotros para matar venados?". Díjoles Yreti Ticátame: "¿qué decís?. He aquí mis flechas que yo las conozco". Y fuése al venado y sacóle una flecha que tenía en el cuerpo y díjoles: "mirá esta flecha que yo la hice". Y los otros, enojándose de oir aquello, empujáronle y dieron con él en el suelo. Y Ticátame, como quien era águila, Vacúseecha, enojóse y sacó una flecha de su aljaba, armó su arco y tirósela a un cuñado suyo de aquéllos y hirióle en las espaldas y luego a otro  y tornóse a su casa. Y saludóle su mujer y díjole: "seáis bien venido señor, padre de Sicuírancha". Y él, así mesmo, la saludó y díjole: "toma tu hato y vete a tu casa, a tus hermanos, y no lleves
a mi hijo Sicuírancha que yo le tengo de llevar comigo, que  me quiero mudar a un lugar llamado Zicháxuquaro y llevaré allí a Curícaueri: vete a tu casa". Respondióle su mujer y
dijo: "¿qué decís, señor?, ¿por qué me tengo de ir?". Y díjole Ticátame: "no, sino que te has de ir porque he flechado a tus hermanos". Díjole ella: "¿qué dices?, ¿por qué los flechaste?, ¿qué te hicieron?". Díjole Ticátame: "¿qué me habían de hacer?. No fué más de que me llegaron a un venado, que les había avisado [en blanco] que no me tocasen a los venados que yo flechase. Sube en la troj y entra dentro y saca a Curícaueri, que le quiero llevar". Díjole su mujer: "señor, yo no me quiero ir a mis hermanos, mas contigo me tengo de ir. ¿Cómo, no se hará hombre mi hijo Sicuýrancha y quizá me flecharán con los mios?". Y díjole Ticátame: "sí andacá, vámonos". Y sacando el arca donde estaba Curícaueri, lióla y

echósela a las espaldas. Y su mujer tomó el hijo a cuestas y así se partieron y abajaron del monte y llegando a un lugar llamado Quérequaro, díjole su mujer: "señor, tú llevas a Cu-
rícaueri en tu favor e ayuda, pues, ¿qué será de mi?. En mi casa está un dios llamado Vaçóriquare: ¿no te esperaríes aquí un poco?, y subiré hacia el monte y tomaría siquiera alguna manta de mi dios y la pondría en el arca para tener por dios y guardalla". Díjole Ticátame: "sea así, como dices. Ve, que también ese dios que dices es muy liberal y da de comer a lo[s] hombres". Y como fuése la mujer, subió por un recúesto y llegó al lugar donde estaba aquel dios; y no solamente ctomó, como ella dijo, una manta, mas tomó el ídolo y envolvióle en la manta y trújole a donde estaba Ticátame, el cual le dijo: "seas bien venida, madre de Sicuíranchan". Y ella asimesmo le saludó. Y díjole Ticátame: "¿traes la manta por que fuiste?". Dijo ella: "sí, y traigo también al dios Vaçóriquare". Y díjole Ticátame: "Tráigale en buen hora, muy hermoso es; estén aquí junctos él y Curícaueri". Y púsole en el arquilla que iba Curícaueri y ansí moraron en uno. Y llegaron al lugar donde iba, llamado Zicháxuquaro, donde hicieron sus casas y un cu, que está hoy en día, de-
rribado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario