Educación para la Paz
La educación para la paz implica la formación de un conjunto de rasgos, normas, valores y comportamientos a formar en los niños.
Este grupo de cualidades psicológicas de la personalidad son consustanciales a cualquier área de desarrollo y de la conducta del niño, por lo que su formación en las actividades de educación para la paz colabora no solamente a la misma, sino que se generaliza al resto de los componentes del niño como individuo y como personalidad.
Estas cualidades se enfocan en dos grandes aspectos de la personalidad del niño: el “Yo”, referidas más directamente a la formación de su carácter, temperamento y otras formaciones psicológicas internas, y la proyección del yo hacia el medio que le rodea, o sea, la familia, la comunidad cercana, la sociedad en general.
Esta es una interrelación dialéctica, dada por la unidad de los factores cognitivos y afectivos, el “Yo” expresa en su esencia la acción formativa del medio sobre el niño, el “Yo y los demás” la acción del niño sobre ese medio. En este sentido es necesario recordar que toda cualidad psicológica es de inicio una relación psicológica externa, del niño con los que le rodean, y posteriormente deviene una relación psicológica, interna, propia de su yo. Es por ello que establecer límites entre una zona del desarrollo de la personalidad, lo psicológico interno, y la otra zona, lo social externo, es a veces inconsistente y poco científico.
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