lunes, 19 de octubre de 2015

"LA IMPORTANCIA SOBRE LA HISTORIA VERDADERA DE LA NUEVA ESPAÑA"


          Poesía no es signos negros en la
página blanca. Llamo poesía a ese lugar
del encuentro con la experiencia ajena.
                                                                                                                                José Emilio Pacheco. 
       
             Al enfrentarnos a la monumental obra de Fray Bernardino de Ribeira, mejor conocido como Sahagún, nos dice Ángel Ma. Garibay si debemos entenderla como La Historia Verdadera de la Nueva España, en el sentido actual y estricto de historia, que puede entenderse como la que se refiere a los hechos y a la génesis del tiempo. Por lo cual, nuestro autor nos demuestra deductivamente, que no es en sentido estricto un escrito histórico, es una empresa de mayor importancia y valor incalculable. Pero adentrémonos a los detalles. El título de la obra del franciscano responde al periodo clásico y escolástico vigente en Europa durante el siglo XV. La obra es un detallado compendio de las ideas religiosas, el saber popular, así como las ideas que regían las artes y la técnica de los habitantes del Anáhuac. Ahora, Sahagún planeó cómo iba  a documentarse para poder hacer la recopilación. Tenía dos objetivos, el primero, recuperar la mayor cantidad de datos posibles que fueran útiles a los indios, y segundo, ayudar a los evangelizadores.

            Sahagún es considerado precursor de la antropología y etnografía científicas. Las influencias que le  dieron luz, parece ser que le fueron dadas del Renacimiento, pues antes de llegar  la Nueva España, tuvo acceso a la obra Antigüedades Judaicas,  de Flavio Josefo, gran historiador judío. Y se cree que también leyó a
Aristóteles. Pero la gran influencia se cree que fue la Historia Natural, de Plinio, puesto que la Hisoria Verdadera, sigue el plan y disposición de la obra de del romano. Otra influencia determinante fue Fr. Andrés de Olmos, por su tendencia humanista, factor que conquistó el corazón de Sahagún. Sin embargo, no debemos olvidar que la idea de realizar el libro mencionado le fue ordenado a Sahagún por sus superiores, Toral y el Motolonía.


         Entonces, debemos concentrarnos en la forma cómo fue escrito el libro quizá más importante para la literatura mexicana. Sahagún se dedicó a buscar indios que escribieron su propia historia acerca de su propia cultura. Primero se fue a la región Tezcocana, donde tuvo a cuatro auxiliares y redactores. Posteriormente se irá a Tlatelolco, ahí solicitará a los gobernadores ayuda, quienes le facilitan ocho o diez principales, hábiles en la lengua náhuatl. En tercer lugar, realiza una estancia en el Convento de San Francisco el Grande, en donde revisará solitariamente los manuscritos realizados. Lo anterior nos muestra que Sahagún recurrió a los personajes primarios; gente nacida en el siglo XV, heredera de lo genuinamente prehispánico.
            Si bien es cierto que Sahagún, al buscar los testimonios de los indígenas conocedores de la cultura náhuatl, y que les permitió que ellos mismos plasmaran su historia, lo hicieron en lengua náhuatl, sólo que cabe resaltar que es el propio Sahagún quien traduce la obra al castellano y es la versión que será publicada. Así que dicha obra tiene como autor al franciscano pero también a los indios, puesto que ellos proporcionaron la información directa al hacer uso de su memoria.
            Hemos hecho un recorrido breve sobre el desarrollo histórico de la primera Historia de la Nueva España. Sin embargo ¿por qué es importante para los estudios de la literatura? ¿Puede ser considerada como literatura? En primer lugar, Ángel María Garibay resalta la bella grafía con la que fueron redactados los manuscritos. Luego, la obra nos acerca a todos a la intimidad de la vida de los moradores de Tenochtitlán. No sólo es una lista pormenorizada, la que hayamos en la extensa obra; no sólo hay una descripción de espacios o eventos, sino que además existe un sentido, una intención que el indígena imprime de tal forma, que logra completamente transmitir una emoción. Recrear espacios y el tiempo de una época tan lejana, en medio de la conquista y los cambios que está implicó, no debió ser una tarea fácil. Pero Sahagún parece haberlo hecho sin que reparemos en las dificultades implicadas. Dicho libro es referencia de todo aquel interesado en indagar sobre los orígenes del pueblo mexicano.  Ya lo dice Ángel María Garibay, Sahagún dejó una enciclopedia con conocimientos sobre el pueblo náhuatl: información histórica y etnográfica. El titulo bien podría ser Enciclopedia de la cultura de los nahuas de Tenochtitlán.

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