jueves, 8 de octubre de 2015

SUBGÉNEROS

SUBGÉNERO NARRATIVO

El género narrativo es una expresión literaria que se realiza en prosa (aunque se destaca que algunas obras literarias narrativas, este género se relata una historia, que bien puede ser real o ficticia, (aunque por lo común son ficticias, exceptuando en las ocasiones en que se narran hechos reales dentro de una novela histórica o en narraciones históricas propiamente dichas), describiendo los acontecimientos que se suceden y dando descripciones de los personajes y lugares en donde se desarrolla lo narrado.
El género narrativo abarca géneros literarios como la novela, el cuento, la fábula, las leyendas, los mitos, las epopeyas, las parábolas, las laudatorias, las epopeyas y las caricaturas literarias, en donde se narran diversos acontecimientos y se dan descripciones por parte de una voz narrativa (el narrador), dentro de la obra literaria, siendo común la pormenorización de las circunstancias, lugares, hechos y acciones, que conciernen a la historia o trama, para que queden de una forma más clara y detallada, a la hora de ser leídos o escuchados, ayudando al receptor (oyente o lector), a imaginar la obra.

GÉNEROS QUE PERTENECEN AL SUBGÉNERO NARRATIVO


  •  ÉPICA
  • EPOPEYA
  • CANTAR DE GESTA
  • FABULA
  • NOVELA
  • CUENTO

·         ÉPICA: En su origen fue un género literario en el que el autor presentaba hechos legendarios, generalmente haciéndolos pasar por verdaderos o basados en la verdad. Su forma de expresión habitual es la narración, aunque pueden entremezclarse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino contada oralmente por los rapsodas.

EPOPEYA: Composición literaria en verso

CANTAR DE GESTA: Nombre dado a la epopeya escrita en la edad media

CUENTO: La narración es una de las partes básicas del cuento, ya sea este narrado oralmente o escrito.

A continuación presentaremos un ejemplo sobre un cuento:

Autor: Hermanos Grimm
Edades: A partir de 4 años
Valores: generosidad, bondad, envidia, obediencia
Blanca nieves Un día de invierno la Reina miraba cómo caían los copos de nieve mientras cosía. Le cautivaron de tal forma que se despistó y se pinchó en un dedo dejando caer tres gotas de la sangre más roja sobre la nieve. En ese momento pensó:
- Cómo desearía tener una hija así, blanca como la nieve, sonrosada como la sangre y de cabellos negros como el ébano. Al cabo de un tiempo su deseo se cumplió y dio a luz a una niña bellísima, blanca como la nieve, sonrosada como la sangre y con los cabellos como el ébano. De nombre le pusieron Blanca nieves, aunque su nacimiento supuso la muerte de su madre.
Pasados los años el rey viudo decidió casarse con otra mujer. Una mujer tan bella como envidiosa y orgullosa. Tenía ésta un espejo mágico al que cada día preguntaba:
- Espejito espejito, contestadme a una cosa ¿no soy yo la más hermosa?
Y el espejo siempre contestaba:
- Sí, mi Reina. Vos sois la más hermosa.
Pero el día en que Blanca nieves cumplió siete años el espejo cambió su respuesta:
- No, mi Reina. La más hermosa es ahora Blanca nieves.
Al oír esto la Reina montó en cólera. La envidia la comía por dentro y tal era el odio que sentía por ella que acabó por ordenar a un cazador que la llevara al bosque, la matara y volviese con su corazón para saber que había cumplido con sus órdenes.
Pero una vez en el bosque el cazador miró a la joven y dulce Blanca nieves y no fue capaz de hacerlo. En su lugar, mató a un pequeño jabalí que pasaba por allí para poder entregar su corazón a la Reina.

Blanca nieves se quedó entonces sola en el bosque, asustada y sin saber dónde ir. Comenzó a correr hasta que cayó la noche. Entonces vio luz en una casita y entró en ella.
Era una casita particular. Todo era muy pequeño allí. En la mesa había colocados siete platitos, siete tenedores, siete cucharas, siete cuchillos y siete vasitos. Blanca nieves estaba tan hambrienta que probó un bocado de cada plato y se sentó como pudo en una de las sillitas.
Estaba tan agotada que le entró sueño, entonces encontró una habitación con siete camitas y se acurrucó en una de ellas.
Bien entrada la noche regresaron los enanitos de la mina, donde trabajaban excavando piedras preciosas. Al llegar se dieron cuenta rápidamente de que alguien había estado allí.
- ¡Alguien ha comido de mi plato!, dijo el primero
- ¡Alguien ha usado mi tenedor!, dijo el segundo
- ¡Alguien ha bebido de mi vaso!, dijo el tercero
- ¡Alguien ha cortado con mi cuchillo!, dijo el cuarto
- ¡Alguien se ha limpiado con mi servilleta!, dijo el quinto
- ¡Alguien ha comido de mi pan!, dijo el sexto
- ¡Alguien se ha sentado en mi silla!, dijo el séptimo
Cuando entraron en la habitación desvelaron el misterio sobre lo ocurrido y se quedaron con la boca abierta al ver a una muchacha tan bella. Tanto les gustó que decidieron dejar que durmiera.
Al día siguiente Blanca nieves les contó a los enanitos la historia de cómo había llegado hasta allí. Los enanitos sintieron mucha lástima por ella y le ofrecieron quedarse en su casa. Pero eso sí, le advirtieron de que tuviera mucho cuidado y no abriese la puerta a nadie cuando ellos no estuvieran.
La madrastra mientras tanto, convencida de que Blanca nieves estaba muerta, se puso ante su espejo y volvió a preguntarle:
- Espejito espejito, contestadme a una cosa ¿no soy yo la más hermosa?- Mi Reina, vos sois una estrella pero siento deciros que Blanca nieves, sigue siendo la más bella.
La reina se puso furiosa y utilizó sus poderes para saber dónde se escondía la muchacha. Cuando supo que se encontraba en casa de los enanitos, preparó una manzana envenenada, se vistió de campesina y se encaminó hacia montaña.
Cuando llegó llamó a la puerta. Blanca nieves se asomó por la ventana y contestó:

- No puedo abrir a nadie, me lo han prohibido los enanitos.
- No temas hija mía, sólo vengo a traerte manzanas. Tengo muchas y no sé qué hacer con ellas. Te dejaré aquí una, por si te apetece más tarde.
Blanca nieves se fio de ella, mordió la manzana y… cayó al suelo de repente.
La malvada Reina que la vio, se marchó riéndose por haberse salido con la suya. Sólo deseaba llegar a palacio y preguntar a su espejo mágico quién era la más bella ahora.
Este es el ejemplo de un cuento narrativo.












No hay comentarios:

Publicar un comentario