lunes, 19 de octubre de 2015

ANÁLISIS MÍTICO DEL LIBRO "POPOL VUH"



Podemos apreciar en primer lugar, el ejemplo de mito cosmogónico en la primera parte del libro, a partir del capítulo I. Es el génesis del mundo, donde no existe el movimiento, reina el silencio pero hay una conexión con el cielo. No es habitado por hombres ni animales o plantas. Además de que el lenguaje y la religión no existen aún. Cabe resaltar la belleza de las descripciones que para el lector implica tocar la ensoñación y añorar remontarse a esa época para apreciar los lugares y el tiempo descritos. Al leerlo, no puede evitar recordar el inicio de la creación de la Tierra presente también en las concepciones que plasmaron los nahuas en sus relatos  sobre la conformación de su mundo y el universo. El segundo ejemplo es del mito antropogónico, del cual se hace referencia en la primera parte del libro, cuando se habla de los primeros intentos de los Progenitores por crear a los primeros habitantes del mundo, quienes son hechos de barro y madera, pero que tienen que ser destruidos porque no cumplen las expectativas de los dioses. Pero es en la tercera parte del libro, desde el capítulo I donde los Creadores y Formadores, deciden usar maíz blanco y amarillo para conformar a los hombres, así como usar masa de maíz para complementar las extremidades de los cuatro primeros hombres, padres del pueblo maya-quiché. Ellos si poseen el lenguaje, los sentidos que les permiten conocer al mundo y sus dioses, además de que son buenos, hermosos y tienen figura de varón. Tiene el don de la inteligencia, tanto que este aspecto será disminuido por los dioses, ya que llegaban a la sabiduría, sin que existiesen límites para ellos. Por lo cual los dioses sólo les permiten ver el mundo inmediato y no la morada de los Progenitores. El tercer ejemplo del mito es teogónico, en la segunda parte del libro, capítulo I se presenta parcialmente el origen de Hunahpú e Ixbalanqué, pues nos advierten que no se otorgaran detalles sobre su nacimiento. Poco a poco se nos van desvelando los acontecimientos que enfrentaron desde su infancia y las aventuras que sortean para vengar la muerte de sus padres, ya que valientemente se enfrentan con los Señores de Xilbabá. Son hermanos gemelos guerreros, inteligentes y con la gracia de su lado, aspecto que les ayudará de manera constante a salir victoriosos del inframundo. Es admirable la belleza con la cual es narrada está parte del libro y la imagen que no es regalada: “Luego subieron en medio de la luz y al instante se elevaron al cielo. Al uno le tocó el sol y al otro la luna. Entonces se iluminó la bóveda del cielo y la faz de la tierra. Y ellos moran en el cielo.”[1]




[1] Anónimo, Popol Vuh, Colombia, Ed. Panaméricana, 2004, p. 122 

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