LAS PRÁCTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE COMO MANIFESTACIÓN ESTÉTICA

A lo largo de la historia, el ser humano ha desarrollado diferentes maneras de interactuar por medio del lenguaje, tanto oral como escrito; ha establecido nuevas formas de usarlo, de crear significados y resolver problemas o comprender algún aspecto del mundo.  También ha desarrollado maneras diversas de aproximarse a los textos escritos y orales, de producirlos, interpretarlos, compartirlos, hablar de ellos y transformarlos.

Antes la educación buscaba responder a las necesidades de la sociedad y de los individuos, mejorando los resultados obtenidos en exámenes nacionales. Con los aprendizajes esperados se definía lo que se esperaba que el alumno aprendiera. Lo cual conlleva al desarrollo de habilidades y actitudes que son guía para la evaluación.  Los programas actuales rebasan los planteamientos anteriores e incorporan las tecnologías de información y comunicación, proponen hacer énfasis en el uso social de la lengua y de las bibliotecas escolares.  Se busca poner en contacto a los niños con la literatura, introduciendo a los niños en la comunidad de lectores.

La escuela es un lugar en el cual podemos promover experiencias que hagan que los niños se familiaricen con su lenguaje y lo utilicen en diversas formas.  Es importante transmitir a los niños limpieza, gusto y belleza. Los docentes debemos lugar contra la vulgaridad del medio habituando a los niños a contemplar y apreciar las bellezas naturales y las reproducciones de los hombres. El objetivo de la estética es perfeccionar la capacidad de expresión y de comprensión verbal, plástica, matemática y dinámica.

El objetivo de la educación literaria es desarrollar en el educando el goce estético, el cual se origina de la expresión bella de las propias ideas o de la captación de la obra que realizará otro.  La expresión literaria es difícil de lograr en la primera enseñanza, sin embargo, el niño capta las bellezas muy pronto y puede apreciar con acierto airoso el lenguaje de las obras literarias. La educación estética puede ayudarnos y ayudar a los niños a desarrollar un goce estético y a captar lo bello, ya sea artificial o natural. El encanto de lo bello y la emoción artística irán posándose en los educandos cada vez con mayor facilidad.

Haciendo un proceso de las manifestaciones estéticas, buscamos una práctica social del lenguaje que nos ayudara a impulsar en los niños el perfeccionamiento de la capacidad de expresión y comprensión de la actividad música, dramática y rítmica en general. Creímos conveniente la representación de obras de teatro por los niños, ya que el contacto con las obras bellas y con la reproducción de las mismas resulta necesario y muy positivo.  El teatro se expresa mediante movimientos corporales que siguen rítmicamente las audiciones de diferentes géneros, también se expresa mediante la palabra.

Los niños son beneficiados ya que se cultiva en ellos un sentimiento estético y noble que favorece la oposición personal frente a un ambiente inferior. La educación estética encamina al alma a la hermosura de la virtud y ayuda a las ideas y sentimientos, forma actitudes específicas, desarrolla capacidades, conocimientos, hábitos necesarios para percibir y comprender el arte en sus más variadas manifestaciones y condiciones histórico-sociales. Ampliar los espacios de incidencia de los alumnos les favorecerá a desarrollar otras formas de comprender el mundo y actuar sobre él. Esto le ayudara al niño a saber expresarse y saber cómo defender su opinión personal en la sociedad como la propuesta de soluciones de problemas.  La escuela tiene un papel muy importante ya que colabora en que el niño tenga un óptimo desarrollo y sepa utilizar correctamente las prácticas sociales y así pueda convivir en una sociedad educada.

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Prácticas sociales del lenguaje DGESPE