EL SUEÑO MEXICANO O EL PENSAMIENTO INTERRUMPIDO
J.
-M. G Le Clézio, nos presenta en su obra El
sueño mexicano o el pensamiento interrumpido, un recorrido por las culturas
indias de América del Norte y Central, describiendo la grandeza de las civilizaciones que habitaron el llamado
Nuevo Mundo hasta el momento de la
llegada de los conquistadores. Esta obra tiene un gran estilo narrativo que
recrea de manera prolija la vida de los indígenas, desde sus orígenes hasta la
consumación de las grandes civilizaciones, en las cuales se logró un gran nivel
de organización en los diversos ámbitos político, económico, religioso y
artístico. Ante estos elementos, Le Clézio pregunta:
“¿cómo habrían evolucionado esas
civilizaciones y religiones? ¿Qué filosofía se habría desarrollado en el Nuevo
Mundo si no hubiera ocurrido la destrucción de la conquista? [...] provocaron
un profundo cambio en nuestra propia cultura; la provocaron los primeros
aventureros de esta civilización materialista y oportunista que se extendió por
todo el mundo, y que poco a poco fue sustituyendo a todas las otras
filosofías.”[1]
Le Clézio en su obra plantea preguntas
complejas sin una respuesta establecida pero que nos incita a imaginar en el
desarrollo que hubiesen tenido las culturas amerindias sin la irrupción de los
conquistadores. Nos invita a soñar, a visualizar aquel futuro imposible de
desplegarse. A lo largo del libro, hay
una atmosfera llena de retratos pasados pero no del todo extinguidos. Se
esfuerza por reconstruir un mundo desaparecido, sin embargo, una parte de él
aun permanece. En México y en América Central se muestran los antiguos en las costumbres
culturales que hoy conforman un
territorio diverso.
Tal vez las mayores innovaciones
de las civilizaciones amerindias se encuentran en el arte y la religión. Los
mexicanos estaban a punto de desarrollar un sistema filosófico que hubiera
podido resolver las contradicciones del antiguo mundo. Mediante el trance y la
revelación se lograba la armonía entre lo real y lo sobrenatural. La concepción
de un tiempo cíclico y la idea de una creación basada en una catástrofe podían
ser los puntos de partida de un nuevo pensamiento científico y humanista.[2]
A lo largo del libro,
el lector logra imaginar el mundo antiguo gracias todos los elementos que Le
Clézio brinda para reconstruir la época de oro de Mesoamérica, época que
incluso compara con la griega, aquella que nos remite los filósofos
presocráticos. Sin embargo, nuestro autor es consciente que elementos como el
trance, la revelación, fueron soslayados por esa visión renacentista que
importaron consigo los conquistadores. Todos esos elementos fundamentales en la
espiritualidad indígena fueron apreciados por los conquistadores únicamente
como brujería. También se percata de la
ausencia de un sistema filosófico, aún
cuando las culturas lograron establecerse como grandes civilizaciones, que en
su interior, edificaron una gran fortaleza cultural, los elementos filosóficos
están presentes, con las cuestiones que los indígenas llegaron a plantearse, pero siempre desde un marco cosmogónico. Sin embargo, es enriquecedor soñar en ese mundo sin la fractura que
desencadenó conquista e interrumpió del desarrollo histórico de civilizaciones
como los mayas-quichés. Seguramente hubieran alcanzado a desarrollar un sistema
de escritura mucho más complejo y eficiente, con el cual creo claramente se
hubiese desarrollado el pensamiento filosófico de forma intencional.
Excelente escritor. Un pensamiento objetivo visto desde fuera.
ResponderEliminarAsí es, lo interesante es que le dedica varias obras al estudio de las culturas prehispánicas, revalorando los logros que alcanzaron antes de la Conquista española. Sin duda, le ha dedicado años de estudio logrando análisis extraordinarios.
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