lunes, 12 de octubre de 2015

MEDITACIÓN PRIMERA SOBRE LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE

Ninguna cosa sea donde falta la palabra[1]
            

DEL SONIDO GUTURAL A LA CONQUISTA DEL LENGUAJE


¿Qué sería el hombre sin el lenguaje? ¿Cómo podría entablar una comunicación con el otro si no existiera un código establecido; una lengua? ¿Y él mismo, podría, mediante la introspección, hablar del mundo? Sin duda alguna, la maravilla del habla humana tiene alcances inimaginables, o quizás, es que pocas veces nos detenemos a pensar la función primera del lenguaje más allá del comunicarnos diariamente. Si bien es cierto, que por medio del proceso de la comunicación se transmiten mensajes interminables, extensos y en ocasiones mal entendidos, se puede ir mucho más allá. Tratemos de imaginar cómo surgen los primeros sonidos que el hombre emitió para intentar comunicarse con sus semejantes. Claro, nos remitimos al hombre primitivo, pasmado al descubrir que su garganta es capaz de reproducir sonidos que jamás había escuchado. Es maravilloso pensar en la armonía que logran los órganos del cuerpo humano. Es cómo estar presente en un concierto en donde la orquesta sinfónica, la garganta, se vale de los otros elementos, pulmones, cuerdas, vocales, oídos, y así, pudo articularse un titubeante sonido, que primeramente fue gutural.







[1] “La palabra” poema  de Martin Heidegger,  http://www.heideggeriana.com.ar/textos/la_palabra.htm

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