jueves, 15 de octubre de 2015

RELACION DE MICHOACAN, 2ª parte, capítulo III

DE COMO MATARON EN ESTE LUGAR SUS CUÑADOS A ESTE SEÑOR LLAMADO TICATAME


Pues como Ticátame llegase a Zicháxuquaro, un lugar poco más de tres leguas de la cibdad de Michuacan, pasándose algunos días, que era ya hombre Sicuírancha hijo de Ticátame, sus cuñados acordándose de la injuria rescebida, tomaron un collar de oro y unos plumajes verdes y trujéronlos a Oresta, señor de Cumanchen, para que se pusiese su dios llamado Turésvpeme y pidieron ayuda para ir contra Ticátame. Y juntáronse sus cuñados con los de Cuimanchen y hicieron un escuadrón y en amaneciendo estaban todos en celada, puestos cabe un agua que está junto, allí en el pueblo; y pusieron allí una señal de guerra: un madero todo emplumado, para que la viesen los de Ticátame y saliesen a pelear. Y como fuese muy de mañana, fué por un cántaro de agua la mujer de Ticátame, y sus hermanos que estaban allí saludáronla en su lengua, que eran serranos, dijéronla: "¿eres tú por ventura la madre de Sicuírancha?". Respondió ella: "yo soy. ¿Quién sois vosotros que lo preguntáis?". Dijeron ellos: "nosotros somos tus hermanos; ¿qué es de Ticátame, tu marido?". Respondió ella: "en casa está. ¿Por qué lo decís?". Respondieron ellos: "bien está; venimos a probarnos con él porque flechó a nuestros hermanos". Y la mujer como oyó aquello, empezó a llorar muy fuertemente y arrojó allí el cántaro y fuése y entróse en su casa llorando.
Díjole Ticátame: "¿quién te ha hecho mal, madre de Sicuírancha?. ¿por qué vienes así llorando?". Respondió ella: "vienen mis hermanos los que se llaman Zizánbaniecha, y los de Cumanchen". Díjole Ticátame: "¿A qué vienen?", respondió ella: "dicen que a probarse contigo porque flechaste sus hermanos". Dijo él "Bien está, vengan y probarán mis flechas, las que se llaman huréspondi, que tienen los pedernales negros y las que tienen los pedernales blancos y colorados y amarillos. Estas cuatro maneras tengo de flechas, probarán una déstas a ver a qué saben y yo también probaré sus varas con que pelean, a ver a qué saben". Y viniendo sus cuñados cercáronle la casa; y Ticátame sacó unas arcas  hacia fuera y abriólas a priesa, que tenía de todas maneras de flechas en aquellas arcas guardadas. Y como quesiesen entrar todos a una por la puerta ataparon la puerta, y Ticátame armaba su arco y tiraba de dos en dos las flechas y enclavaba a uno y la otra pasaba delante a otro. Y flechó a muchos y mató los que estaban allí tendidos. Y siendo ya medio día, acabó las flechas, no tenía con qué tirar y traía su arco al hombro y dábales de palos con él. Y ellos arremetieron todos a una y enclavábanle con aquellas varas y sacáronle de su casa arrastrando, muerto; y pusieron fuego a su casa y quemáronle la casa, quel humo que andaba dentro había cerrado la entrada. Y tomaron a Curícaueri y lleváronselo y fuéronse. Y no estaba allí Sicuýrancha, que había subido al monte a cazar. Y como vino su mujer y vido el fuego, empezó a dar gritos y andaba alrededor de los que estaban allí muertos, y vido a su marido questaba en el portal, verdinegro de las heridas que le habían dado con las varas. Y vino Sicuírancha, su hijo, y dijo: "ay madre, ¿quién ha hecho esto". Respondió la madre; "¿Quién habíe de hacer esto, hijo, sino tu tío y tu abuelo?, ellos son los que lo hicieron". Y dijo Sicuýrancha: "bien, bien, ¿pues, qués de Curícaueri, nuestro dios?, ¿llévanle, quizá?". Respondió ella: "hijo, allá le llevan". Dijo él: "bien está, quiero ir allá también y que me maten. ¿A quién tengo de ver aquí?". Y fuése tras dellos. Iba dando
voces. Y Curícaueri dióles enfermedades a los que le llevaban: correncia y embriaguez y dolor de costado y estropeciamiento, de la manera que suele vengar sus injurias. Y como les diese estas enfermedades, cayeron ctodos en el suelo y estaban todos embriagados. Y llegó Sicuírancha donde estaba Curícaueri, que estaba en su caja cabe el pie de un[a] encina, y como vió la caja, dijo: "aquí estaba Curícaueri, quizá le llevan". Y abrió el arca y sacóle y dijo: "aquí está". Y llevaron una soga como sueltas, con que ataban los cativos para el sacrificio, y habían quitado de allí una argolla de oro y una soga como sueltas que le dieron en el cielo sus padres, y lleváronselo. Y dijo Sicuírancha: "llévenselo. ¿Para qué lo quieren?, ¿a quién han de dar de comer con ello?. Ellos lo trairán algún día". Y tornó
a su casa a Curícaueri, y vínose con toda su gente a Vayámeo, lugar cerca de Santa Fe, la de la cibdad de Mechuacan. Y fué señor allí e hizo un cu, Sicuírancha, y hizo las casas de los papas y los fogones y hacía traer leña para los fogones y entendía en las guerras de Curícaueri. Y murió Sicuírancha y enterráronle al pie del cu. Este Sicuírancha dejó un hijo llamado Pauácume, y fué señor allí, en Vayámeo. Y Pauácume engendró a Vápeani y fué señor después de la muerte de su padre Pauácume y tuvo un hijo llamado Curátame y fué allí señor, en aquel mismo lugar. Y andaba a caza con su gente en un lugar llamado Púmeo y en otro llamado Virícaran y Pechátaro y Hirámucu.
Y llegaron hasta un monte llamado Paréo y llegaron a otros lugares, cazando, llamados Yzíparázicuyo, Chángueyo, Yzíparázicuyo y hasta llegar a otro lugar llamado Curínguaro. Todos estos lugares son obra de una legua de la cibdab, o poco más. Y como se tornasen a juntar todos en el pueblo que tenían sus cúes llamado Vayámeo, dijeron unos a otros: "toda es muy buena tierra donde habemos andado cazando, allí habíamos de tener nuestras casas". Y los otros que habían ido por la otra parte del monte, dijeron que era toda muy buena tierra. Y murió Curátame y fue enterrado al pie del cu. Cuatro señores fueron en Bayámeo: Sicúrancha y Curátame y Pauácume y Vápeani. 


Legua: Medida de longitud equivalente a 5.572 m.
Celada: Emboscada.
Pedernal: Variedad de cuarzo que, golpeado, produce chispas.
Apriesa: Aprisa.
Atapar: Tapar.
Vido: Forma anticuada del pretérito de ver, equivale a vio.
Correncia: Diarrea, flujo de vientre.
Estropeciamiento: Diarrea.
Soga: Cuerda gruesa de esparto.
Suelta: Traba que se pone a las caballerías.

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