jueves, 22 de octubre de 2015

CUENTOS ORTOGRÁFICOS.

COSAS QUE PUEDEN
OCURRIR SI TE OLVIDAS DE
ESCRIBIR CON MAYÚSCULA
CUANDO CORRESPONDE.

LA NIÑA QUE NO PUSO LAS MAYÚSCULAS.

Érase una vez un profesor que se llamaba Pepe López Sánchez. Un día Pepe (mi profesor) se fue al colegio a dar clase. Cuando empezó a corregir las actividades vio en el cuaderno de María “ebro” (con minúscula) y el río Ebro se convirtió en un riachuelo. También miró el cuaderno de Raúl y vio “zuera” (con minúscula) y todos los pueblos se convirtieron en ciudades. Luego miró el de Laura y tenía escrito “mediterráneo” (con minúscula) y los mares se convirtieron en campos. Después salió al recreo y al volver vio que Jennifer había escrito “pepe” (con minúscula) y Pepe se enfadó mucho. Estefanía había escrito “pirineos” (con minúscula) y no existieron las montañas. Más tarde, todo volvió a la normalidad cuando pusieron las mayúsculas.

Kímberli Sánchez
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ISMAEL TRAGA PALABRAS.

Había un niño que se llamaba Ismael Tragapalabras. Un día estaba escribiendo un dictado con un lápiz mágico. Ismael no sabía nada. Escribió (amazonas) y como lo escribió con minúscula, no hubo río; moncayo también lo puso con minúscula y la nieve que tenía este monte desapareció. Se fue de vacaciones y no había ni río ni nieve en el Moncayo. Los ciudadanos le intentaron quitar el lápiz mágico, pero no podían.
Al final llamaron a la policía y le obligaron a escribir con un lápiz normal.
Ismael Touré
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EL NIÑO QUE NO PONÍA LAS MAYÚSCULAS.

En un colegio que se llama “José Antonio Labordeta”, en la clase de 4º B, el profesor Pepe estaba corrigiendo los exámenes. En el examen de Diego vio que puso zaragoza, (con minúscula) y Zaragoza se convirtió en un pueblo pequeño. Pepe se volvió loco. Saltaba por las mesas y se puso a gritar por la clase. ¡Diego, Diego!, pon rápido Zaragoza bien y Diego la puso. Pepe siguió corrigiendo el examen de Diego y vio que había puesto río huerva, y claro lo había escrito mal porque estaba con minúscula. Pepe dijo: ¡Otra vez! Diego lo puso bien y el río Huerva se puso normal y corriente.
En el cuaderno de Adriana, o sea, en el mío, vio el profesor que en el cuento que escribí había puesto verónica (con minúscula) y Verónica, que era mi tía, se hizo muy pequeña: medía medio metro y mi hermano y yo la cuidábamos. Todos estos problemas se acabaron cuando los niños y las niñas aprendimos a poner las mayúsculas.

Adriana Hernández

http://aulalibremrp.org/IMG/pdf/CREATIVA_No_8_CUENTOS_ORTOGRAFICOS.pdf

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