jueves, 22 de octubre de 2015

CUENTOS ORTOGRÁFICOS

NO TE OLVIDES DE PONER
“M” ANTES DE “P” Y DE “B”

Sabemos que existe una norma que dice que antes de “p” y de “b” hay que poner “m”, en vez de “n”. Por ejemplo: ejemplo, campana, membrillo... Cuando no se cumple con esta norma, ocurren cosas como las que nos cuentan a continuación.
Qué bien suena el bombo, pero si no pones “m” antes de “b”, no te tocará el Combo.
Cómo me gustan las orejas de Dumbo, pero si no sabes que antes de “b” va una “m”, no estás aquí, estás fuera del mundo.

Cómo me gusta ir al campamento, pero si no te acuerdas de poner “m” antes de “p”, todo se convertirá en un pimiento.
Brian Clavería.

Qué bien sabe el bombón,
pero si lo escribes mal,
se caerá al suelo y hará: bon, bon.
Hoy he pasado mucha hambre,
porque escribí “hanbre”
y mis tripas dicen: “Tenemos hambre, hambre”.
Hoy celebré el cumpleaños de mi tío,
tomé “chanpán” y como lo escribí mal,
me comí un trozo de pan.
Jonathan De los Santos.

PALABRAS CON “B”
BUSCAR PALABRAS CON “b” Brunilda y Brian buscaban palabras extrañas con la letra “b”. Brian era biólogo y Brunilda era bibliotecaria y bibliomaníaca. Empezaron su búsqueda y al buscar vieron un busto; también vieron a una burgalesa con un bull-dog que parecía un burro. En el bosque vieron un búho que era un poco bufón y bailaba bulerías.
Fueron a su garaje y vieron un ferrari que no les parecía raro porque no tenía “b”, pero tenía una bujía que sí que era extraña.
Mañana seguiremos la búsqueda –dijo Brunilda y Bruno-, decididos a encontrar más palabras con “b”, personas u objetos...
Adrián Lázaro.

EL SEÑOR “B”

Había un vez un señor llamado Blas que vivía en Burgos. Le gustaba la letra “b”. Era muy bueno y bailaba bulerías. Un día se le rompió una bujía del coche y un búho, un buey y bull-dog. Le dijeron: “En ese bulevar te podrán ayudar”. Blas entró en el bulevar, dónde un bufón bailaba sin parar. Blas se acercó a la barra y el camarero le dio una bujía de recambio. Blas se perdió y entró en una biblioteca. Blas le preguntó a la bibliotecaria: “¿Qué libro me recomiendas?” Y la bibliotecaria le dijo: la Biblia. Y Blas le dijo: “Mejor me llevaré “El Buscón”. Blas se convirtió en un bibliomaníatico. Blas perdió el libro y como era un poco tonto se fue hasta la India. Allí estuvo con la tribu de los “Baba”, con los que
comió: ballenas, buitres, balones, barro, boas... Un día que estaba buscando bichos, encontró un bollo de nata, se lo comió, pero tenía un montón de bichos y no le sentó bien. En su casa buscó el libro de “El Buscón”. Cuando lo encontró dijo: en eso me he convertido: ¡en un buscón! Blas siguió con su vida hasta que le proclamaron: Señor “B”. Cuando murió le hicieron un busto.
Raúl Díaz-Guerra.

http://aulalibremrp.org/IMG/pdf/CREATIVA_No_8_CUENTOS_ORTOGRAFICOS.pdf

2 comentarios:

  1. Estos cuentos me parecen un recursos excelente para enseñar ortografía a nuestros estudiantes de una manera divertida e interesante.

    ResponderEliminar
  2. Si Brendita es algo diferente y espero que les sirva y ya no es tan tedioso aprender con tantos recursos didácticos para los alumnos

    ResponderEliminar