jueves, 22 de octubre de 2015

EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD


EDUCAR PARA UNA NUEVA SOCIEDAD


 

"Pensamos que la emergencia educativa que padece México, no deja lugar a justificaciones e inacciones: o actuamos ahora, o las próximas generaciones nos lo van a reclamar con vehemencia y acritud. Quienes seguimos a Jesús, aún en este difícil escenario, proclamamos que hay Esperanza", señala el Episcopado.

El texto que se divide en cuatro partes, enmarca la problemática educativa en el contexto nacional y contiene propuestas claras producto de los aportes de los obispos durante la Asamblea Plenaria celebrada en noviembre de 2011 y en diversos diálogos con una gran cantidad de actores de la vida educativa, así como el asesoramiento de expertos en el tema.

En la primera parte se describen los rasgos característicos del desafío educativo mexicano y del tipo de sociedad que se está construyendo, abarcando la realidad educativa en su dimensión general y particular y, en las actividades propias de los diversos niveles escolares, en un intento por superar el reduccionismo que limita la preocupación y la responsabilidad por la educación a la labor de educadores y especialistas.

"Ya es tiempo de avanzar hacia una responsabilidad compartida por la sociedad mexicana en su conjunto", expone la CEM.

En la segunda parte se hace un recorrido histórico sobre el papel de la Iglesia Católica en la educación en México, destacando la responsabilidad de los fieles no sólo al interior, sino también en aquellos espacios sociales donde están llamados a dar testimonio de su fe.

"El desafío educativo que se describe no está limitado a los ámbitos marcados por una atmósfera cristiana ni a las instituciones educativas oficiales y privadas; se extiende hacia una amplia gama de realidades y tareas en las que la educación posee importancia decisiva para la reconstrucción del tejido social".

En la tercera parte se subrayan los elementos fundamentales de la antropología cristiana que pueden ayudar a recuperar un concepto de educación que responda a la naturaleza y dignidad de la persona humana e ilumine los procesos de transformación que México requiere.

En la cuarta parte, los obispos invitan a todos los mexicanos-creyentes y no creyentes- a asumir el compromiso como verdaderos protagonistas en el fortalecimiento y mejora de la educación en el país.

"Para enfrentar la emergencia educativa, es indispensable crear alianzas, tejer redes y despertar sinergias entre familia, escuela, empresarios, gobernantes, medios de comunicación e Iglesia. Estas sinergias serán provechosas en la medida en que se coloquen al servicio del crecimiento de la persona humana y sus exigencias objetivas de desarrollo", plantea el documento.

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