viernes, 29 de enero de 2016

Año nuevo purépecha.

Año nuevo purépecha


Esta ceremonia “simboliza la unidad y fortalecimiento del pueblo purépecha contemporáneo, recuperando ritos y ceremonias así como elementos tradicionales que pueden ser útiles en la vida cultural, social, espiritual educativa y organizativa de los purépechas, basada en las raíces de Juchari Anchekuarhikua (nuestro trabajo), Juchari Kaxumbekua (nuestro honor comunitario), Juchari Jakukua (nuestra cosmovisión) y Juchari Purhejkukua (nuestro espíritu guerrero)”
Fuego Nuevo (Kurhikuaeri K´uinchekua): inicio del año nuevo PurépechaAunque no se tienen registros históricos que puedan marcar con exactitud el inicio de este culto en la época prehispánica, fue a partir de 1983 cuando este pueblo comenzó a retomar esta ceremonia como una revitalización y dignificación de sus tradiciones.

El Fuego Nuevo (Kurhikuaeri K´uinchekua) tiene la finalidad de agradecer a la Madre Tierra (Nana Kuerajperi) los favores recibidos a lo largo del año; el año que comienza toma como referencia los ciclos productivos de la tierra.
Aunque este rito se lleva a cabo bajo un tenor reflexivo, no es un rito religioso o político, y junto con el encendido del fuego nuevo se practica, como antiguamente se hacía, la costumbre del trueque de mercancías y se escucha a los purépechas hablar su lengua materna.
Los purépechas se rigen hoy día por el calendario gregoriano, pero anteriormente, el año de la etnia se integraba por 18 meses de 20 días, de manera que el comienzo de un nuevo ciclo coincidía con la fecha en que actualmente se celebra.

La celebración se llena de los aromas del mole y otros alimentos tradicionales como las corundas y aguacatas, que son bolas hervidas de masa del tamaño de un puño, se preparan en las regiones en las que se dividen los purépechas en Michoacán, siendo éstas Sierra, Cañada, Lacustre y Ciénega.
Durante la celebración, también se queman cohetes mientras las personas escuchan música típica de la etnia, como “El abejeño” y “La pirekua” (declarada Patrimonio de la Humanidad en 2010 por la UNESCO), géneros que acompañan al fuego hacia la comunidad de Nahuatzen, ubicada en la meseta, a 105 kilómetros al noroeste de Morelia, capital del estado, y que este año (2013) es sede de la festividad.
La celebración del Encendido del Fuego Nuevo comienza la noche del 1 de febrero y continúa la madrugada del día 2, las actividades en torno a la fiesta comenzaron el pasado 28 de enero, siguiendo la tradición como se realizaba en la época prehispánica, al efectuar la caminata por los montes (Uanápikua, caminata totalmente a pie) para transportar el fuego sagrado o fuego viejo, desde Conguripo a Nahuatzen.

El ceremonial incluye el traslado de todos los elementos culturales de la cultura purépecha, como el fuego, la piedra calendario, la bandera y un bastón que simboliza la sabiduría, desde la comunidad que recibió el Fuego Nuevo el año anterior, en este caso Conguripo, hasta la nueva sede, misma que se designa cada año.

El fuego viejo es recibido por las Nana K’eri de la comunidad, quienes lo depositan en la parangua colocada en la cima de una yácata que se instala en la plaza del lugar (plataformas escalonadas que combinan un cuerpo rectangular con otro circular, lo que hace parecer a la planta como una especie de “T”).

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