La noche me ha invadido las entrañas. En la obscuridad percibo su
putrefacto aroma: carne podrida, espíritu vacío. Sobre mis espaldas cargo siglos de mis
antepasados. La culpa me viene desde Eva. Hoy me encuentro con la maraña de las
confusiones. Maldigo, y blasfemo. Mi cuerpo no buscaba expiar el primer bocado
del fruto rojo. Mi espíritu se lo ha
llevado Ella. Se encuentra rodeado de serpientes amarillas y magnolias en color
sepia.
Hipatia Teon
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