Sus enormes fauces
palabras de blasfemia llevan,
que corren como hiedra.
Sólo alguien es importante
y los demás no importamos,
mientras miren su talante,
los demás sólo fallamos.
En el trabajo comidilla,
en la vida pesadilla
y en los sueños ni se diga.
Yo prefiero quesadillas.
Sus discípulos le temen
y nada, nada que la quieren,
pues con el miedo que le tienen
su llanto se contienen.
Tiranosaurio rex se siente,
aunque más se le parece
a la res que pasta siempre,
en la llanura que fenece.
Nefaj
Janef
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