DIVERSIDAD DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

DIVERSIDAD EN LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

Uno de los retos más importantes que enfrenta el sistema educativo nacional, radica en el compromiso de educar en la diversidad de todo tipo: étnica, cultural, social, económica, religiosa, etc. Y tiene el compromiso de hacerlo con los recursos humanos y materiales con los que dispone, por lo que es imprescindible que nos preparemos todos para una real diversidad, que en México es de lo más variopinta que existe en el mundo.
Considerando la amplitud geográfica del país, la dispersión de sus comunidades, así como las diferencias de carácter socioeconómico, cultural y étnico de la población, el reto se antoja magnífico.
Las necesidades y los problemas que tiene la educación en las distintas regiones de México se multiplican y se particularizan, por lo que es necesario establecer acciones diferenciadas y compensatorias para ofrecer una educación que pueda atender la mencionada diversidad y multiculturalidad.
Sin embargo, es importante considerar que dicha diversidad tan amplia, se convierte en área de oportunidad para cumplir con uno de los compromisos plasmados por el Gobierno Federal: una educación con equidad e igualdad de oportunidades; la situación problemática que enfrenta la SEP se ejemplifica en una marcada insuficiencia en la formación de valores dentro de la familia y de la escuela, lo que disminuye la calidad de los aprendizajes en la vida y para la vida.
La existencia de conductas erróneas en actores educativos (familia, comunidad, algunos profesores incluso) que demeritan la condición humana y que se derivan de modelos de comportamiento caracterizados por la violencia, la falta de respeto a las personas y a sus diferencias, el poco aprecio por la vida, el uso de estupefacientes y la desintegración familiar, entorpecen los procesos formativos de niños y jóvenes.
Las limitantes de carácter organizacional, para que las personas con necesidades educativas especiales puedan acceder y permanecer en los diferentes tipos y niveles educativos son muy amplias.
No existe suficiente información, ni personal especializado ni recursos materiales para que, en las escuelas se desarrolle eficientemente el programa de integración educativa.
La insensibilidad social y la falta de recursos para atender las particularidades de las diferentes culturas y etnias en el país, así como su cosmovisión y el sentido de la vida, son aspectos fundamentales para construir una sociedad justa y democrática.
Existe además una insuficiente cobertura del modelo de educación indígena, particularmente en regiones alejadas, rurales y urbanas marginadas.
Falta identidad y pertenencia regional debido a un desconocimiento de la historia, la geografía y la cultura de las diferentes regiones del país.
El desinterés social e institucional para preservar la cultura regional, el patrimonio artístico, las costumbres y tradiciones en las comunidades indígenas y urbanas marginadas, es muy marcado.
Hace falta capacitación docente y recursos en las escuelas para atender la diversidad étnica, así como la falta de pertinencia de los modelos de educación básica, media superior y superior para atender a la población indígena.
Ante esta palpable situación problemática, el escenario deseable en el futuro cercano, es el de fortalecer en los próximos años el sistema educativo, al contribuir desde sus bases en los diferentes tipos y niveles educativos.
Es muy importante la construcción de una sociedad plural, con un sentido sólido de pertenencia, apoyada en las fortalezas de la familia y en la equidad de género, que respete las diferencias individuales y las diferentes formas de pensamiento, como elementos indispensables para acceder a nuevas formas de convivencia y entendimiento.
Para ello será necesario incorporar proyectos educativos innovadores, sustentados en valores humanos universales, institucionales y sobre todo de rescate de los valores y las actitudes que se generan desde la familia.
Desarrollar programas de fortalecimiento educativo, con énfasis en el reconocimiento a la diversidad étnica y en apoyo a las diferencias físicas e intelectuales de las personas; empleando para tal fin, los enfoques intercultural bilingüe, equidad de género e integración educativa.
Será fundamental ampliar la cobertura, para que toda la población indígena y urbano marginada se incorpore a los servicios de educación con enfoque ínter y multicultural.
En la década de los noventa, en el país y en las entidades, se implementaron estrategias para disminuir la inequidad educativa en términos de cobertura y de diferencias de calidad; en ese momento consideraron la diversidad cultural, mediante programas de discriminación positiva.
Estas iniciativas reportaron avances importantes; sin embargo, se reconoce que aún en la actualidad existen tareas pendientes para lograr una mayor calidad y equidad en la educación.
La escuela debe constituirse en un espacio donde el niño, el adolescente, el joven y el adulto encuentren un ambiente educativo que complemente el nivel cultural que se adquiere en la familia y en la sociedad.
Puede observarse que la educación, en esta diversidad tan amplia y en esta multiculturalidad que se da, incluso en escuelas urbanas oficiales y particulares, nos impulsa a buscar soluciones que permitan la integración y la equidad educativa, cumpliendo con la tan llevada y traída igualdad de oportunidades.