ELIMINANDO ETIQUETAS
Las etiquetas son aquellas expresiones que utilizamos para definir a alguien sin darnos cuenta, continuamente estamos poniendo etiquetas a nuestros hijos, "Es tranquilo", "No sabe esperar"", "Todo lo que toca lo rompe", "Es un patoso"... son algunos ejemplos y aunque en principio nos puedan parecer inofensivas, suelen tener un efecto bastante particular.
Con las etiquetas transmitimos al niño la idea de que él es así y no puede ser de otra manera, los niños patosos terminan creyéndose que lo son y realmente su comportamiento parece confirmarlo, pero no es que tiren más cosas que el resto de los niños, es que sus padres están más atentos a situaciones que confirmen la etiqueta que les han puesto, así, no paran de repetirles lo patosos que son en cuanto se les cae un poco de comida o se tropiezan en la calle.
Lo mismo sucede con otras etiqueta, en ocasiones lo que ocurre es que realmente el niño termina creyéndose esa condición y comportándose como tal. ¿Para qué va a esforzarse en coger bien los cubiertos si sus padres le aseguran que no es capaz de utilizarlos de forma adecuada?
Las etiquetas de cualidades positivas son más beneficiosas, pero tampoco con-viene abusar de ellas, expresar una y otra vez que nuestro hijo es tranquilo o muy bueno nos puede llevar a la siguiente situación:
¿qué pasa cuando un día nuestro hijo pierde el control o se porta de una manera poco adecuada? Está poniendo en duda la imagen que teníamos acerca de él y entonces, ¿ya no es bueno?, ¿ya no se merece nuestro cariño?Por eso una de las cosas que debemos aprender es a no poner etiquetas, si-no hablar de conductas concretas.
En lugar de "Eres un patoso" habría que decirle "Coge mejor el vaso para que no se te caiga"; en lugar de "Qué bueno eres", "Me gusta cuando compartes tus juguetes".
Tu hijo aprenderá a distinguir entre acciones adecuadas y las que no lo son, algo mucho más fácil y útil que pensar en términos de maldad o bondad.
Los niños "etiquetados", además de escuchar lo malos que son, reciben de los adultos muchas más órdenes que los demás (la mayoría negativas): "No hagas eso","No corras", "No pegues", "No grites"... Algunas de esas órdenes les dan ideas. Fíjate en la siguiente expresión: "Cuando te vayas a dormir, no empieces a dar saltos en la cama. ¿Me has entendido?". Posiblemente al niño hoy no le apetecía demasiado saltar, pero ¡qué buena idea! No podemos adelantar acciones negativas y provocarlas haciéndole ver que le vamos a hacer caso si salta en la cama.
Para eliminar las etiquetas es conveniente empezar a descubrir al niño tal y como es, optando por descubrir cualidades y no defectos, y dándole la oportunidad de tener un comportamiento adecuado.
Recuerda tienes que convertir todo los términos negativos en positivos.
ES MUY IMPORTANTE QUE TODOS LOS DOCENTES, DE CUALQUIER NIVEL, ELIMINEMOS Y EVITEMOS CUALQUIER TIPO DE ETIQUETAS EN LAS PERSONAS.
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