PRINCIPIOS DE LA EDUCACION
BILINGÜE
Con el espacio conceptual entre el
bilingüismo individual y el social que describimos anteriormente, ¿cuál es la
relación entre el bilingüismo y la educación bilingüe? En México, es claro que
el bilingüismo está enfocado, primeramente, a la adquisición de una segunda
lengua (L2) de prestigio (inglés, francés, alemán, etc.) y a mantener, e
incluso a mejorar, el conocimiento de la primera lengua (L1). Esto significa
que los motivos que se tienen para promover una educación bilingüe son
meramente sociales. Lo que se persigue mediante el desarrollo de la educación
bilingüe, y por consiguiente del bilingüismo, es la formación de individuos
capaces de lidiar con situaciones en las que se requiera hacer intercambios
comunicativos mediante estos idiomas, ya sea de negocios, turismo, tecnológicos
y de estudio. La ventaja de este tipo de educación bilingüe nos permite asumir
que en ningún momento se persigue la eliminación de la lengua materna, el
español. Por el contrario, lo que se pretende es que a través de la educación
bilingüe se promueva el dominio en los dos idiomas: L1 y L2.
Existen, por supuesto, otro tipos
de educación bilingüe en México. Un ejemplo palpante lo tenemos en la
Universidad de Guadalajara, en el Departamento de Lenguas Indígenas a cargo del
Doctor José Luis Iturrioz. Aquí se promueve el aprendizaje del español por
hablantes nativos de lenguas indígenas, pero con el propósito de rescatar y
mantener sus propios hábitos lingüísticos. Esta situación, al igual que la
anterior, está enfocada a un bilingüismo aditivo.
APRENDIZAJE DE UNA SEGUNDA
LENGUA
El entendimiento que tenemos
sobre el proceso del aprendizaje de una L2 todavía es incompleto. Sin embargo,
nuestro conocimiento se ha incrementado significativamente durante los últimos
treinta años. Ciertamente, nuestro conocimiento de una L2 no se puede separar
totalmente de nuestro conocimiento general del lenguaje y del aprendizaje. De
acuerdo con Hakuta (1986), una forma de caracterizar la tendencia de la
investigación en el aprendizaje se da en tres variantes: del empirismo al
cognitivismo formal y de éste hacia una mayor sensibilidad del cognitivismo en
el contexto en el cuál el aprendizaje se lleva a cabo.
El empirismo se caracteriza por
la creencia de que el aprendizaje es el resultado de la experiencia, tomando en
cuenta la estructuración de este aprendizaje en los individuos. Los principios
basados en esta creencia son extremadamente generales, los cuales se extienden
no sólo hacia diferentes dominios; aprender a manejar una máquina, aprender a
contar, etc., sino también hacia diferentes especies; humanos, primates,
perros, etc. Esta perspectiva teórica del aprendizaje fue aplicada a los
procesos involucrados en la adquisición de segundas lenguas. La versión
empírica del aprendizaje propuso una transferencia de hábitos de la L1 a la L2.
Por un lado, las similitudes entre los dos lenguajes se tomaron como aspectos
que facilitarían el aprendizaje (transferencia positiva). Por otro lado las
diferencias, entonces, causarían dificultades (transferencia negativa).
De ahí que, un hablante nativo
del español puede experimentar una transferencia positiva en el aprendizaje de
la diferenciación entre el artículo definido e indefinido del inglés, ya que
esta distinción también existe en español. Por otro lado, esta persona
experimentaría una transferencia negativa la aprender la negación en inglés,
debido a que la partícula negativa en español no precede, generalmente, al
elemento verbal que contiene esta marca de tiempo: ‘Pedro no come la
hamburguesa’ y 'Pedro doesn’t eat the hamburguer’, la transferencia negativa
hacia el inglés sería ' Pedro no eats the humburguer', entre otras. Sin
embargo, si le decimos a una persona que traduzca al inglés, "un día sí y
otro no", se dará cuenta de que no puede decir "one day yes and one
day not". En inglés tendrá que decir "every other day". Póngalo
a traducirlo al español, y se dará cuenta de que decir "todo otro
día" no es español. Esto es consecuencia de la conciencia o ‘alerta’
lingüística que los estudiantes de segundas lenguas o lenguas extranjeras
Este paradigma del aprendizaje de
una L2 como transferencia se refleja también en el crecimiento del análisis
contrastivo, es decir, el estudio formal de comparación de estructuras de dos
lenguajes con propósitos de predecir problemas en el aprendizaje de una L2.
Esto conlleva una visión de que los reflejos lingüísticos de los dos idiomas
están en competencia uno contra otro y que la supresión o permanencia de los
hábitos de L1 facilitarán o impedirán el aprendizaje de L2 respectivamente.
El cognitivismo formal,
introducido por las ideas revolucionarias de Chomsky en los años sesenta, se
caracteriza por la creencia en la extrema abstracción y estructuración de quien
aprende (Chomsky, 1966). Este va acompañado por las propuesta de que el
conocimiento es altamente específico en dominios y en especies. Quizá, aquí, la
metáfora más relevante es la caracterización Chomskiana de que el niño posee un
'Dispositivo de Adquisición del Lenguaje', el cual toma información imperfecta
e incompleta como input (entrada) y produce 'conocimiento' lingüístico
detallado y abstracto de reglas lingüísticas como output (salida).
La competencia entre la L1 y la
L2 dejó de ser el foco principal para comprender la adquisición de L2, en la
medida en que el lenguaje se concebía como un mecanismo interno que se
desarrolla en vez de percibirlo como 'algo' que se construye a través de la
experiencia. La inminente contextualización de estas capacidades cognitivas
formales pasaron por un gran número frentes. En sociolingüística, Labov (1970)
mostró correlaciones impresionantes entre el comportamiento lingüístico y la
clase social, por lo que argumentó que esta variación sistemática necesitaba
ser parte de nuestro conocimiento acerca del lenguaje. En la psicología
evolutiva, el rol del profesor y la sociedad llegaron a ser prominentes guías
de las interrelaciones entre las diferentes capacidades de los niños tal y como
lo fue el estudio de la relación entre pensamiento y lenguaje.
Además, los psicólogos
cognitivistas propusieron el análisis de 'funciones ejecutivas', mediante las
cuales se podría observar la cognición común y, al mismo tiempo, se podría
resaltar una conciencia del desarrollo de estas funciones de ejecución,
conocida técnicamente como 'metacognición', en los niños. Por ejemplo, si le
decimos a una persona que traduzca al inglés, "un día sí y otro no",
se dará cuenta de que no puede decir "one day yes and one day not".
En inglés tendrá que decir "every other day". Póngalo a traducir lo
anterior a español, y se dará cuenta de que decir "todo otro día" no
es español. Esto es consecuencia de la conciencia o ‘alerta’ lingüística que se
desarrolla mediante la metacognición.
Finalmente, las sobreposiciones
entre el lenguaje y una variedad de funciones las cuales incluyen el discurso,
alfabetización y la clase social se han convertido en el florecimiento de una
búsqueda de interdisciplinariedad muy importante.
De ahí que se pueda asumir que
nuestro conocimiento de la adquisición de una L2 se ha diversificado hacia el
dominio de las funciones del lenguaje, la transferencia del discurso y los
patrones retóricos y la bi-alfabetización (Hornberger 1989). Estos desarrollos
no niegan la existencia del nativismo de los aspectos del lenguaje, por el
contrario, enfatizan que cualquier actividad humana involucra la sincronía de
múltiples capacidades y el lenguaje es una de ellas. El estado actual de la
investigación de L2 se puede caracterizar como un conjunto excitante de
estudios exploratorios que examinan la sobreposición entre el lenguaje y sus
funciones tales como la comunicación, el pensamiento, la escritura, y así
sucesivamente.
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