LA INFLUENCIA DEL BILINGÜISMO EN
EL DESARROLLO COGNITIVO
La investigación de los efectos
del bilingüísmo en el desarrollo mental data del nacimiento de las pruebas de
Coeficiente Intelectual y su uso en el debate sobre la política de inmigración
a principios del siglo XX. Esta compleja historia tiene sus raíces en la falsa
creencia que el bilingüismo puede causar retraso mental y una variedad de otros
resultados no deseables. Sin embargo, a través de las mejoras en la
investigación metodológica, así como también por la expansión de las
definiciones de lo que el 'bilingüismo' y el 'funcionamiento mental' significan,
ha llegado a ser evidente que las suposiciones acerca del impacto negativo del
bilingüismo fueron alarmistas y fundadas principalmente en el prejuicio social
sobre los nuevos inmigrantes. En el momento en que el paradigma teórico
concerniente al funcionamiento cognitivo humano cambió del empirismo al
cognitivismo y, después, éste a la contextualización, la complejidad del
fenómeno del bilingüismo ha sido mejor apreciado. Con dicha apreciación, muchos
de los malos entendidos acerca del bilingüismo se han disipado.
La lengua nativa y el segundo
lenguaje son complementarios y no se excluyen, por el contrario, una
competencia lingüística en la L1 puede predecir el rápido desarrollo de la L2.
No existe evidencia empírica que apoye la perspectiva de que el tiempo dedicado
a la adquisición de la L1 esté en detrimento del desarrollo de la L2. Por el
contrario, una mayor elaboración en la lengua materna resultará en una mejor
adquisición del segundo lenguaje. Hakuta (1990), por ejemplo, encuentra un
patrón elevado de correlación entre la cantidad de vocabulario de inglés y
español en varios grupos de estudiantes puertorriqueños en programas de
educación bilingüe que fueron observados longitudinalmente en un periodo de
tres años. Otros estudios como los de Cummins(1984) también reportaron altos
niveles de correlaciones entre sus medidas de eficacia en los dos lenguajes. El
hecho que los niños mayores sean más exitosos que los menores se ve como clara
evidencia de que el dominio lingüístico apropiado en el primer lenguaje se
traduce a un mejor aprendizaje del segundo.Sin embargo, aún prevalece el
prejuicio de que las personas bilingües pueden llegar a tener problemas de
lento aprendizaje y no ser capaces de tener dominio completo en ningún idioma.
Juicios completamente falsos ya que el bilingüismo se asocia positivamente con
una gran flexibilidad cognitiva y con una conciencia lingüística sorprendente.
Algunas comparaciones hechas entre niños bilingües y monolingües, así como en
comparaciones de niños bilingües de varios niveles de desarrollo, indican que
el bilingüismo puede guiar a una capacidad superior en una gran variedad de
habilidades intelectuales (Díaz 1983). Estas habilidades pueden ir desde la
ejecución de pruebas de análisis de patrones visuales abstractas hasta las de
medición de conciencia metalingüística, es decir, la habilidad de pensar
abstractamente acerca de la forma del lenguaje más que del contenido, por
ejemplo, la habilidad de observar que la oración 'La mesa está rompida' tiene
sentido, pero no sigue las convenciones del español que se usa en situaciones
académicas. Existe controversia en cuanto a las condiciones en las que estas
ventajas positivas del bilingüismo aparecen, también sobre los mecanismos
específicos que producen estos efectos (Díaz 1985; Cummins 1984; Hakuta 1990).
Sin embargo, existe una gran concordancia entre los investigadores de que estos
efectos son reales y, por consiguiente, también existe un rechazo abrumador a
las sugerencias de investigaciones anteriores con relación a las consecuencias
negativas del bilingüismo.
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