jueves, 28 de enero de 2016

LA CERTEZA DE TU DEMORADA LLEGADA

Sabía que habría de encontrarte
Me propuse no volver hasta no tenerte entre mis manos;
Mi determinación me hizo salir, con la firme intención de buscarte
Vi tantas y ninguna me pareció la indicada
Entre un tumulto de gente apresurada
Te vi rezagada
Por un momento pensé que me apartarían de ti, a causa de un inventario.
Camine por el largo pasillo, esquivando a todo aquel que se interponía en mi paso
Entre todas tuve que elegirte, había de varios colores
Logré apreciar tus grabadas flores
Al tenerte entre mis manos, resolví mi dilema
No serías azul ni naranja, sólo violeta sería compañera
Dejé a las otras con cuidado en el estante de abajo
Decidí abrirte de pasta a pasta, para poder inspeccionarte sin reserva
Descubrí entre tus hojas un listón que tan delicado como si fuera el corazón de tu cuerpo
Supe que habías sido confeccionada para ser perfecta
Te soñé tantas veces mi amiga, mi libreta.
Desde niña desee tenerte a mi lado;
Muchas veces vi que sobre ti escribían: mujeres con el corazón roto, hombres armados,  lejos
de su familia, luchando codo a codo.
Fuera de ti, tienes ese resorte que te aprisiona como lo hago yo contra mi pecho
Sabiendo que eres la receptora de todos mis secretos.
Sólo algunos, los tímidos, los discretos
Osamos en escribir entre tus hojas; buscamos postergarnos en la eternidad de los registros
Las palabras escritas en confesiones
Serán siempre nuestras más complejas pasiones
Yo no sé cómo dejé pasar tantos años sin ti
Ya no puedo concebir la vida si no estás para mí
Tú eres mi más cercano e incondicional amigo
Tú eres y serás mi más preciado diario,

El del espíritu violeta, que tiene grabado sobre la piel las flores del mundo.



Hipatia Teon

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