Sabía
que habría de encontrarte
Me
propuse no volver hasta no tenerte entre mis manos;
Mi determinación me hizo salir, con la firme intención de buscarte
Mi determinación me hizo salir, con la firme intención de buscarte
Vi
tantas y ninguna me pareció la indicada
Entre
un tumulto de gente apresurada
Te
vi rezagada
Por
un momento pensé que me apartarían de ti, a causa de un inventario.
Camine
por el largo pasillo, esquivando a todo aquel que se interponía en mi paso
Entre
todas tuve que elegirte, había de varios colores
Logré
apreciar tus grabadas flores
Al
tenerte entre mis manos, resolví mi dilema
No
serías azul ni naranja, sólo violeta sería compañera
Dejé
a las otras con cuidado en el estante de abajo
Decidí
abrirte de pasta a pasta, para poder inspeccionarte sin reserva
Descubrí
entre tus hojas un listón que tan delicado como si fuera el corazón de tu
cuerpo
Supe
que habías sido confeccionada para ser perfecta
Te
soñé tantas veces mi amiga, mi libreta.
Desde
niña desee tenerte a mi lado;
Muchas
veces vi que sobre ti escribían: mujeres con el corazón roto, hombres
armados, lejos
de
su familia, luchando codo a codo.
Fuera
de ti, tienes ese resorte que te aprisiona como lo hago yo contra mi pecho
Sabiendo
que eres la receptora de todos mis secretos.
Sólo
algunos, los tímidos, los discretos
Osamos
en escribir entre tus hojas; buscamos postergarnos en la eternidad de los
registros
Las
palabras escritas en confesiones
Serán
siempre nuestras más complejas pasiones
Yo
no sé cómo dejé pasar tantos años sin ti
Ya
no puedo concebir la vida si no estás para mí
Tú
eres mi más cercano e incondicional amigo
Tú
eres y serás mi más preciado diario,
El
del espíritu violeta, que tiene grabado sobre la piel las flores del mundo.
Hipatia Teon
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