1. Cien años de soledad
Cuenta la historia de una familia a lo largo de varias generaciones. En su caso, se trata de los Buendía pero no pertenecen al mundo real sino al ficticio pueblo de Macondo, un lugar mítico que es fiel exponente del llamado Realismo Mágico propio de la narrativa hispanoamericana. El escritor uruguayo Mario Benedetti calificó en 1972 a Cien años de soledad como «una empresa que en su mero planteo parece algo imposible y que sin embargo en su realización es sencillamente una obra maestra», afirmando que Macondo hasta antes de esta obra era una imagen de Colombia, pero después de ella se transformó en América Latina. Por su parte, el escritor chileno y ganador del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda llamó a esta obra «El Quijote de nuestro tiempo».
2. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Sin duda, una de las mayores creaciones literarias de todos los tiempos es la magna obra de Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547-1616). Como sucede con la anterior, es muy difícil resumirla en unas pocas líneas y mucho más hablar de las distintas interpretaciones que pueden dársele. Nos conformaremos con señalar la intención de su autor, que no era otra que parodiar los libros de caballerías a través de la figura de Alonso Quijano, quien se vuelve loco leyéndolos y, como caballero andante, sale a recorrer los caminos y “desfacer entuertos” acompañado de su fiel escudero Sancho Panza.
3. Crimen y castigo
Una de las grandes creaciones de Fiódor Dostoievski (Moscú, 1821-1881), constituye, al mismo tiempo, una reflexión sobre el ser humano como individuo y como criatura social. El protagonista, Rodión Raskólnikov, es un intelectual que piensa hay dos tipos de personas: las comunes, que son mayoría, y las superiores, destinadas a cambiar el mundo y que pueden permitirse transgredir las normas legales e incluso las morales. Considerándose a sí mimo perteneciente a éste segundo tipo, mata a una anciana usurera, más como higiene social por considerarla nociva para los demás que por robarle. Sin embargo, los remordimientos no le dejarán vivir en paz.
4. Madame Bovary
Escrita por el francés Gustave Flaubert (Rouen, 1821-1880), es una denuncia de la insatisfacción vital. La heroína, Emma Bovary es una mujer infelizmente casada que alberga sueños románticos. Busca entonces en otros hombres un amor ideal que no encuentra. Tanta calidad tiene la trama como el cuidado estilo del autor, quien hubo de afrontar un proceso por escándalo público.
5. Ulises
Publicada por James Joyce (Dublín, 1882-1941), es considerada una de las grandes novelas del siglo XX. A grandes rasgos, narra un día en la vida de Leopold Bloom. Pero lo realmente importante de la obra se halla, más que en el argumento, en la forma, pues el autor introduce todo tipo de audacias estilísticas: abundante presencia del monólogo interior, mezcla de géneros narrativos y de usos lingüísticos, magistral utilización de la parodia (se la ha interpretado como tal de la ‘Odisea’ de Homero) o una estructura caótica.
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