1. Rara vez escribes, sobre
todo cuando la depresión te conquista.
2. Escribes sin planearlo,
caóticamente siendo víctima de tus emociones.
3. Jamás escribes en un
papel, puesto que al estar casi en trance, no debes dejar escapar palabra
alguna. Eres afortunada al ser hija de la era tecnológica usando la
computadora, las notas de tu celular o la grabadora del mismo.
4. Eres tan cobarde que no
te lees más de 2 veces a ti misma. Menos mal que Word te orienta en la
gramática. Lo demás, la sintaxis y el estilo, se lo debes a los libros de los
verdaderos escritores y escritoras que has leído por años.
5. Nunca quedes satisfecha
con tus escritos, piensa que puedes ser mejor si lo pules; lo trabajas, pero
para eso debes releerte más de 2 veces.
6. Sólo la práctica y la
disciplina pueden hacer de ti una mejor escritora, de lo contrario, nunca serás
más que una aficionada.
7. Anhelas alcanzar una
prosa poética limpia y certera, sumergida en el realismo mágico que tanto
disfrutas. ¡Ese es para campeonas!
8. Más allá de la modestia
auténtica, cuando ha pasado el tiempo y te relees con detenimiento, aceptas que
te gustan tus escritos; los crees buenos, tanto que piensas que no fuiste tú
quien los escribió.
9. Al escribir, es inevitable
no sentir un gran placer, puesto que por fin te has armado de valor y
determinación para enfrentarte a la impositiva hoja en blanco.
10. Es un hecho que no
logras aun, separar tus emociones del texto. Se reflejan todas en el producto
final. Debes ser una escritora de verdad, recreando realidades sin necesidad de
vivirlas primero. Una escritora es la que inventa mundos para habitarlos, no
los habita para inventarlos.
11. Sólo una vez has
permitido que te lean y las críticas fueron positivas. Te alentaron a seguir
adelante, al haber disfrutado de un escrito que quisieron publicarte, pero
claro, como buena aficionada pensaste que todavía no estaba listo. Ese escrito
sigue en el tintero.
12. Recuerda, la claridad
del lenguaje es fundamental para ser comprendida, sin la estructura gramática
correcta, eres como el pescador que va al lago sin la caña de pescar.
13. No concibas la vida sin
leer a los grandes escritores. Lo mejor es zambullirse en la variedad de prosa,
novelas y la más entrañable poesía, que en los últimos años incluso te debe
robarte el sueño y poseerte el alma.
14. Para ser una escritora,
debes de leer por placer en todo momento; si lo haces una obligación ya no será
el gozo quién te guíe, sino el deber. Lee en todo momento y si crees no
tenerlo, hazlo, ya que un día sin leer es como un minuto sin respirar.
Hipatia Teon
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