Hombre de una paciencia
infinita; nunca dejaré de admirar su ecuanimidad. Es tan dueño de sí a partir
de un trabajo interno que le ha llevado años. Con un coraje auténtico ha
aprendido a domar las emociones menos deseables. La ira, la furia y la venganza
no existen en su disposición afectiva. La paz, la serenidad, la tolerancia y la
empatía son sus banderas. La racionalidad es el motor que lo impulsa a ser el
mejor hombre de mi vida. En cada acto realizado se presenta la prueba de su
amor. La inocencia con la que aprecia el mundo otorga la candidez para seguir
teniendo fe en la humanidad. Su labor incansable de profesor la lleva más allá
de las aulas dejando una gran lección sobre la importancia de siempre dar lo
mejor de sí, pues aún sin la intención deliberada de dar una cátedra en cada intervención
suya, lo hace de una manera indirecta con la congruencia con la que va por la
vida. Amo la ligereza de un espíritu que se va moldeando una y otra vez así
mismo, según lo requieran las circunstancias sin olvidar la fidelidad a sus
principios. Así es mi padre, al que tanto amo.
Hipatia Teon
hermosa forma de referirte a tu querido padre. Felicidades Aide
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