Impacto de las TIC en la educación
El uso de las nuevas tecnologías se ha incrementado en los últimos
años dentro de casi todas las áreas posibles. La industria de la música,
la medicina y las editoriales, por mencionar algunas, han sufrido
cambios medulares en su forma de proceder o funcionar en la sociedad.
En el rubro de la educación también se produjeron cambios
sustanciales, surgieron iniciativas para fomentar el uso de las nuevas
tecnologías en el salón de clases con la finalidad de incrementar las
posibilidades de lograr los objetivos de aprendizaje de los alumnos,
todo esto respaldado por una formación docente que garantice el uso
adecuado de la tecnología para acortar la brecha digital entre alumnos y
maestros.
Las secretarías y ministerios de educación han hecho un gran esfuerzo
para formar al profesorado en el área tecnológica que van desde
alfabetizaciones digitales hasta complejos programas de formación con
resultados positivos en algunos casos y en otros aún no del todo
definitivos.
Si hablamos del nuevo perfil del docente en el aula, no podemos
soslayar ciertas habilidades que debe dominar para el desarrollo de las
clases en la nueva era digital:
- Manejo de diversos tipos de dispositivos electrónicos;
- Búsqueda y evaluación de la información de Internet;
- Diseño de clases que incluyan dispositivos y recursos digitales vinculados con el aprendizaje;
- Construcción de recursos propios que fomenten el aprendizaje en el aula, y
- Habilidad para la autoformación con apoyo de las nuevas tecnologías.
Al respecto, el doctor Rubén Puentedura propone el modelo SAMR, en el
que se definen los conocimientos que el maestro debe adquirir para
llegar al grado “Especialización e innovación en educación con TIC”.
Acceso: El docente tiene oportunidad de convivir con la tecnología y aprender lo básico (encender, apagar, etcétera).
Adopción: Los
docentes utilizan la tecnología para hacer lo mismo que antes hacían sin
ella (control de calificaciones, pasar lista, imágenes estáticas,
etcétera).
Adaptación: Se integra la nueva tecnología en prácticas usuales, pero aumentando la productividad, el ritmo y la cantidad de trabajo.
Apropiación: Se experimentan nuevas maneras de trabajar didácticamente abriéndose a posibilidades inexistentes sin la tecnología.
Innovación: El docente utiliza la tecnología de una manera que nadie lo hizo antes (diseño de recursos propios).
Todo lo anterior se utiliza para que el maestro tenga la capacidad de
complementar la tecnología con la pedagogía y el contenido de la clase.
Cabe señalar que la pedagogía es el cómo, el contenido es el qué y la tecnología es la herramienta que facilitará el aprendizaje de los contenidos.
Como lo muestra el siguiente gráfico y uniendo los tres aspectos
antes mencionados, el docente se convierte en un “mediador digital”:
armoniza las dimensiones didáctica, física y psicosocial para la
construcción de un espacio de aprendizaje total en cada salón de clases.
Las dimensiones del espacio de aprendizaje total se desglosan en:
Para precisar un poco, la dimensión física hace referencia a las
instalaciones, mobiliario e infraestructura donde transcurre la clase,
así como a los aspectos funcionales, es decir, la utilidad, uso y
gestión de espacios en función de la actividad e interacción de los
alumnos y docentes. Esta dimensión debe ayudar a que todo fluya en un
proceso de enseñanza-aprendizaje eficaz y exitoso.
En la dimensión psicosocial, las relaciones e interacciones en el
espacio de aprendizaje total propician seguridad, confianza, autonomía y
libertad en el alumno. Al mismo tiempo favorecen la integración,
comunicación y creación, generando una vivencia reflexiva a través de
diversos recursos y lenguajes. Potencian la capacidad de asombro, el
interés y la atención del estudiante.
En suma, el espacio de aprendizaje total es un sitio adecuado donde
el alumno y el maestro interactúan en un ambiente significativo para
aprender, integrando la aplicación óptima de fundamentos, estrategias y
recursos pedagógicos. Un lugar donde existe una comunicación efectiva y
tanto la ambientación (las condiciones físicas del aula) como el uso de
las herramientas tecnológicas potencian la dinámica de
enseñanza-aprendizaje.
En el espacio de aprendizaje total se fomentan estrategias de
enseñanza creativas, motivadoras, reflexivas, sustentadas y cooperativas
que promueven la crítica y la reflexión, el planteamiento y resolución
de problemas, la inteligencia y la creatividad. Es un entorno mediado
por la tecnología y, por lo tanto, es:
- Activo: Los alumnos exploran, manipulan y observan los resultados de todas sus actividades;
- Significativo: Permite a los alumnos relacionar los conceptos aprendidos;
- Constructivo: Los alumnos articulan lo que saben y lo que han aprendido y reflexionan sobre su significado y su aplicación en otros contextos;
- Auténtico: Los alumnos se enfrentan a problemas complejos y reales, y
- Cooperativo: Da la oportunidad a los alumnos de confrontar los significados que han construido con sus compañeros.
Además de lo que se ha mencionado, en la actualidad impera una
necesidad mundial de incluir el uso y la práctica de las competencias
para el manejo de la tecnología en los procesos educativos, por ello, el
espacio de aprendizaje total va a la vanguardia con proyectos
ambiciosos que buscan dar respuesta a los retos del nuevo milenio y el
mundo globalizado, creando un método innovador que involucra
íntegramente el uso de las nuevas tecnologías.
Definitivamente, tecnología y aprendizaje son temas fundamentales que
van más allá de sólo pensar en aprender a usar una máquina. Hoy, hacer
uso de la computadora y del Internet ha hecho surgir una nueva forma de
pensar y de vivir, esto lleva a una nueva forma de aprender.
En la actualidad los alumnos tienen acceso a incalculables cantidades
de información gracias al uso del Internet. Por ello, el profesor debe
encauzar las capacidades de los estudiantes hacia el cumplimiento de las
metas de aprendizaje, lo cual es posible gracias a la adecuada
intervención del docente en las aulas, respaldada por una formación
sólida y por las habilidades que el profesor vaya desarrollando en el
ámbito tecnológico. En este sentido, por ejemplo, los docentes pueden
hacer uso de las redes sociales en la educación y convertirlas en
aliadas durante la búsqueda de los objetivos de aprendizaje en el aula,
sin descuidar los retos que esto conlleva.
Hoy en día, los maestros no pueden desaprovechar la gran cantidad de
oportunidades que ofrece el uso de las nuevas tecnologías, su deber es
idear un plan sólido de acción, en el que se detecte la realidad del
centro de estudios y los recursos con los que cuenta para conquistar sus
metas.
En la era digital, la nueva propuesta debe cambiar el actual proceso
por uno de enseñanza-aprendizaje que se desarrolle a partir de un
pensamiento actual e innovador, teniendo siempre presente que el
objetivo final es educar niños capaces y felices, lo cual se logra no
solamente a partir de los conocimientos y habilidades de los alumnos,
sino también de la confianza de estar preparados académicamente y
confiados en tener éxito en el mundo competitivo. Esto les permitirá
resolver problemas de la vida diaria, fomentando la capacidad de crear
resultados eficaces y encontrar o inventar nuevas soluciones a problemas
cotidianos.
Así como el perfil del maestro, el del alumno también ha cambiado. La
nueva búsqueda va en función de un perfil multicompetente que
“facilitará la participación de los alumnos en la solución de las
exigencias del mundo de hoy y del futuro, porque estamos fomentando y
cultivando sus competencias globales” (Boix Mansilla y Jackson, 2011).
Finalmente, es imprescindible precisar que tanto las escuelas
privadas como las públicas deben tener un plan de formación tecnológica
permanente para los profesores, en el cual tengan la oportunidad de
desarrollar las habilidades necesarias para la creación de espacios de
aprendizaje total en cada una de sus aulas, mismos que fusionarán la
experiencia con la que ya cuentan los docentes con las oportunidades
tecnológicas que brinda el Internet.
El gran reto de la creación de dicho plan formativo es que los
docentes adquieran el compromiso de capacitarse de manera continua, ya
sea de forma presencial, semi-presencial o a distancia, según sean las
necesidades de cada centro educativo. En este tipo de proyectos, los
directivos y líderes escolares son una parte muy importante, ya que
deben inculcar la visión adecuada y actuar con liderazgo. Por su parte,
cada uno de los docentes debe lograr el trabajo en equipo y la sinergia
necesarios para el desarrollo de un buen proyecto educativo.
Fuente:
http://www.educacionyculturaaz.com/ciencia-y-tecnologia/impacto-de-las-tic-en-la-educacion
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